Un año se cumple este sábado del cierre del canal que llevaba el agua del río Mijares desde la presa de Los Toranes hasta la central hidroeléctrica de Las Casas y los afectados conmemoraron el aniversario con una nueva protesta a orillas del arroyo. Una treintena de vecinos se han concentrado para rememorar todos los pasos dados en el último año y leer un manifiesto en defensa de la infraestructura situada en Albentosa (Teruel).

 El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) había optado por facilitar su derribo al responder con el silencio administrativo (que equivale a una negativa en este caso) al recurso de alzada presentado el pasado 24 de diciembre de 2020 por colectivos vecinales que se oponían a su demolición.

Tras conocerse la decisión, los vecinos y regantes del entorno presentaron un procedimiento contencioso administrativo que paralizó el derribo hasta la fecha de hoy. Incluso el Gobierno de Aragón hizo gestos en favor de los regantes al clasificar la presa de Los Toranes como Bien Inventariado del Patrimonio Cultural Aragonés, una figura con la que se conseguiría evitar el derribo de la misma.

De hecho, el consejero de Agricultura, Joaquín Olona, manifestó su oposición a la demolición de la presa de los Toranes al considerarla «una infraestructura vital para muchos pueblos de la zona». Destacó que este embalse «posibilita el regadío de la trufa, facilita la extinción de incendios y, además, permite seguir generando energía renovable», las tres razones muy en boga estos días.

De este modo, los defensores de la presa de Los Toranes volvieron ayer a desplegar sus pancartas aludiendo a la defensa de la agroecología, del mantenimiento de un «patrimonio necesario y sostenible» y para subrayar una vez más «la importancia de las acequias para el regadío, para el mantenimiento de un microclima húmedo, y para la prevención de incendios».

Los organizadores muestran su «incomprensión» ante la decisión del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pues, según esgrimen, los argumentos de que la central no es rentable «no se sostienen» en un contexto de alza «imparable del precio de la electricidad» y de la no conectividad fluvial. Esperan, por tanto, demostrar todo ello con el recurso contencioso administrativo en el que se han embarcado, «seguros de la validez de sus argumentos», por lo que quieren tener la oportunidad de defenderlos.