La Plataforma a Favor de los Paisajes de Teruel ha presentado alegaciones al macroproyecto eólico del grupo Forestalia, denominado PEol-547AC, que abarca 108 hectáreas de monte de los términos municipales de Alcorisa, Los Olmos, La Mata de los Olmos, Crivillén, Calanda, Alcañiz, Andorra y Alloza, sobre el que han reclamado un estudio de impacto ambiental.

El proyecto está formado por cuatro centrales eólicas --en las que se instalarán 36 aerogeneradores de 200 metros de altura cada uno--, además una estación de transformación eléctrica y la línea de alta tensión de evacuación de la energía.

En una nota de prensa, la plataforma ha calificado estas infraestructuras de "una gran fábrica de energía extendida", a la que faltaría añadir "las otras dos centrales eólicas que se tramitan por separado y la línea de muy alta tensión MAT que evacuará la energía hasta la estación de Garraf --en la costa catalana--".

Desde la Plataforma han puesto de relieve "las carencias en el cumplimiento de la legislación de impacto ambiental" del estudio presentado por la empresa promotora. Entre las deficiencias, han reprochado que el proyecto "no contempla la existencia del Parque Cultural y del Geoparque del Maestrazgo, pese a que buena del parque eólico se ubica dentro de este espacio protegido", y por lo tanto, "se han omitido las afecciones" que puede tener sobre este ecosistema.

Pérdida de biodiversidad

La Plataforma también ha criticado que el proyecto no recoge "de forma objetiva" los efectos sobre la biodiversidad y sus posibles pérdidas. Para este colectivo, la investigación sobre la avifauna se ha efectuado de manera "precaria" ya que "solo se ha estudiado durante seis meses en momentos esporádicos" y no se han tenido en cuenta "especies muy relevantes como el alimoche o el quebrantahuesos", especie en peligro de extinción, y de la cual, en las alegaciones, "se ha demostrado su presencia en el entorno de las cuatro centrales eólicas".

Tampoco se ha realizado un estudio adecuado para el águila perdicera, igualmente en peligro de extinción, "que tiene una importante presencia en la zona, donde existen hasta ocho áreas de nidificación" próximas a los aerogeneradores.

Al mismo tiempo, la plataforma ha destacado la falta de un estudio arqueológico, "cuando la zona cuenta con más de 30 yacimientos que datan de entre finales de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, además de un asentamiento Iberorromano, y está catalogada de alta consideración histórica y arqueológica", por ser una antigua ruta de comunicación entre las áreas del somontano ibérico.

Se trata de restos que podrían desaparecer con "el elevado volumen de movimientos de tierra necesarios para las infraestructuras e instalaciones". La Plataforma ha reivindicado la utilidad turística que pueden llegar a tener estos yacimientos, además de su valor cultural.

Por otra parte, han llamado la atención sobre el hecho de que "parte del proyecto se ubica en una zona de bosque quemada, por lo que no podría llevarse a cabo atendiendo a la Ley de Montes de Aragón", ya que prohíbe otros usos en suelos forestales durante los treinta años siguientes a un incendio.

Efectos acumulativos

La Plataforma ha alertado sobre las consecuencias que el macroproyecto eólico tendrá sobre otras actividades que se desarrollan actualmente en los territorios en los que se planea instalarlo, al tiempo que ha advertido acerca de los impactos acumulativos y sinérgicos de las restantes centrales eólicas de la zona, "tanto las existentes, como las proyectadas ya presentadas".

Además, ha reprochado a la empresa promotora que no haya realizado sesiones informativas en las poblaciones afectadas para explicar el alcance del proyecto.