Está previsto que este miércoles, 12 de mayo, el gobierno de Alemania confirme y haga público el acuerdo que ya ha alcanzado entre sus diferentes miembros para realizar un recorte de emisiones realmente ambicioso: un 65% para dentro de nueve años. Esta meta supone un aumento considerable respecto al ya considerable recorte del 55% aprobado por la UE para 2030 y deja en ridículo el objetivo español del 23% de reducción en los mismos plazos.

Los esfuerzos para salvar el clima mundial están viviendo semanas muy importantes, con decisiones gubernamentales de un alcance desconocido hasta ahora. En el caso de Alemania, ha ayudado mucho la condena del Tribunal Constitucional alemán, que considera insuficiente el recorte de emisiones previsto por su gobierno (que era del 55% para 2030) .

El Gobierno de Angela Merkel se ha puesto manos a la obra para cumplir con la resolución del Tribunal Constitucional Federal de Alemania, que declaró parcialmente inconstitucional la Ley Federal de Protección del Clima porque los objetivos y medidas que contempla no son suficientes para proteger efectivamente el clima mundial.

La sentencia del alto tribunal alemán es consecuencia de una denuncia interpuesta por varios colectivos ecologistas germanos, que han visto ahora avaladas sus tesis.

Los mismos argumentos empleados por estas entidades conservacionistas alemanas son los que esgrimen en España Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón, que también tienen presentada una demanda ante el Tribunal Supremo contra el Plan Nacional de Energía y Clima del Gobierno español, que prevé una reducción de emisiones de tan solo un 23% en el periodo 1990-2030, y que deja para 2050 el plazo para bajar a cero las emisiones totales netas del país.

Los objetivos marcados por la Ley de Cambio Climático del Gobierno español han suscitado en realidad una cascada de reacciones en contra por lo modestas e insuficientes de dichas cifras.

La sentencia de la semana pasada del Constitucional instaba al Gobierno de Angela Merkel a reformar la normativa para finales de 2022. Consideraba que el objetivo de recorte de emisiones del 55 % para 2030 era insuficiente para alcanzar luego la neutralidad climática en 2050 y criticaba que no hubiese una hoja de ruta para el período 2031-2050.

La canciller Merkel aseguró a este respecto, en un acto con jóvenes, que el fallo le ha hecho ver que hay que “hacer más” por el clima y lograr un reparto más equitativo de las cargas que implicará el camino hacia la neutralidad climática.

Destacó asimismo que la sentencia obliga a “pensar también en las libertades de las próximas generaciones” y no solo en las de las actuales, un concepto novedoso que tiene “muchas consecuencias”.

La decisión del Constitucional salía en defensa de las generaciones venideras argumentando que es inconstitucional aplicar medidas medioambientales “suaves” a la actual población de Alemania a costa de tener que imponer restricciones más severas a la futura.

“Prácticamente todas las libertades de esas generaciones, en casi todos los ámbitos de la vida humana, podrían quedar potencialmente afectados” por los necesarios recortes del futuro, explica el Constitucional.

Las acciones que tomará Angela Merkel

En concreto, la respuesta del Ministerio Federal de Medio Ambiente de Alemania a la sentencia del Tribunal Constitucional incluye varias acciones específicas.

En primer lugar, un camino más rápido hacia la neutralidad climática, que deberá alcanzarse en 2045, en lugar de 2050, como se planeaba inicialmente.

La actuación más visible es una recorte de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 respecto a 1990 del 65%, frente al 55% ahora previsto, que además coincide con el de la UE.

Finalmente, el gobierno germano prevé ahora un nuevo objetivo para 2040: 85-90% de reducciones anuales específicas por sectores a partir de 2030, y, además, supervisadas por mecanismos de revisión.

Se espera que estas propuestas sean adoptadas formalmente por el Gobierno federal alemán este mismo miércoles y promulgadas por el Parlamento federal a finales de junio.

Greenpeace no considera que la respuesta del Gobierno alemán sea aún suficiente para adecuarse a las exigencias de la sentencia, pero es evidente que se ve forzado a dar un paso significativo en la dirección del Acuerdo de París, que debe arrastrar a otros países europeos como España.

Para la organización ecologista, Alemania debería comprometerse a una reducción de emisiones de al menos el 70% para 2030 respecto a 1990, España debería reducir al menos un 55% y todos los países europeos tendrían que lograr la neutralidad climática no más tarde de 2040.

Ese es el recorte de emisiones necesario para contribuir proporcionalmente a evitar un calentamiento global de 1,5 ºC, objetivo del Acuerdo de París.

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