El cumpleaños de la primera reserva pesquera creada en España, la de Tabarca (Alicante), se ve empañada por la controversia sobre la fuerte presión turística que sufre en verano. Los 60 habitantes que residen en la isla poblada más pequeña del país se convierten en 230.000 turistas al cabo del año, que acuden a este enclave para disfrutar de la navegación y el buceo.

El Defensor del Pueblo autonómico no para de recibir denuncias y quejas por las agresiones ambientales que sufre este espacio teóricamente protegido y también partidos políticos como Compromís (en el gobierno) han advertido de la saturación que sufre el enclave, uno de los más populares del litoral alicantino.

Sin embargo, no todos comparten estas quejas. Los negocios turísticos que funcionan en la zona recuerdan que la temporada «se reduce a tres meses» y la afluencia de visitantes durante este periodo les permite hacer frente al resto del año.

Pese a todo, el balance general que realiza el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es positivo, por la recuperación que esta figura legal ha permitido en las poblaciones de peces.

La reserva marina de interés pesquero de la isla de Tabarca, frente a la localidad turística y marinera de Santa Pola, cumple ahora 35 años de existencia. Durante este tiempo, «ha demostrado que el fomento de la pesca artesanal sostenible y las medidas de protección del medio ambiente contribuyen de manera conjunta a mejorar los recursos pesqueros y hábitats marinos», señala el Ministerio en una nota.

Creada en 1985 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), a partir de un estudio de la Universidad de Alicante, Tabarca acoge la primera reserva marina de interés pesquero en España.

Con ella se inauguró una línea política de protección a la pesca artesanal que ha llevado a la puesta en marcha de otras 11 reservas, que conforman la Red de Reservas Marinas, creada en el marco de la Ley de Pesca Marítima del Estado de 2001.

La Red de Reservas Marinas de interés pesquero conforma una serie de espacios naturales protegidos que tienen como principal objetivo la conservación y regeneración de los recursos pesqueros autóctonos.

«Gracias a una adecuada gestión, se contribuye a mantener la pesca profesional artesanal, al tiempo que se favorecen otras actividades sostenibles, como el buceo de recreo», afirma el Ministerio en un comunicado.

En la actualidad, la red de reservas está compuesta por 12 espacios (9 en el Mediterráneo y 3 en Canarias), y la reserva de sa Dragonera (Mallorca) ha sido la última en incorporarse a la red, en 2020.

En total, estas reservas ofrecen protección a más de 105.200 hectáreas. Cinco de ellas están gestionadas en exclusiva por el Ministerio, mientras que las otras siete son de gestión compartida con las comunidades autónomas.

La reserva marina de la Isla de Tabarca tiene una extensión de 1.860 hectáreas, frente a las costas de Santa Pola en la provincia de Alicante. Incluye aguas exteriores e interiores, gestionadas por el MAPA y por la Comunidad Valenciana, respectivamente.

Sobre ella hay un pequeña núcleo urbano con 50 residentes. Los empresarios turísticos, en cambio, recuerdan que estos turistas son la base de sus ingresos y señalan que la temporada apenas dura tres meses.

El efecto reserva de este espacio ha permitido incrementar la presencia de juveniles y grandes tallas de los reproductores, que son la base de la recuperación de los recursos pesqueros. Destaca la presencia de meros, salmonetes, morenas, dentones, pargos y doradas, además de especies de paso como la serviola.

Sus fondos marinos se encuentran recubiertos por praderas de la fanerógama marina Posidonia oceánica, en excelente estado. El oxígeno producido por esta planta depura y enriquece las aguas, además de constituir un área de cría y refugio para gran cantidad de larvas y alevines de peces. La posidonia es también un gran ‘secuestrador’ de carbono de la atmósfera, por lo que su función es muy importante para frenar el cambio climático.

En la realización de estas tareas de protección resulta fundamental la colaboración entre el Ministerio con las demás administraciones implicadas (Generalitat Valenciana y Ayuntamiento de Alicante), con el asesoramiento científico del Instituto Español de Oceanografía y la Universidad de Alicante, y con el sector pesquero de la zona.

Esta reserva marina, que ha sido puesta como ejemplo por la FAO, forma parte de la red MEDPAN de áreas protegidas del Mediterráneo. Es un ejemplo de gestión colaborativa cuyos objetivos se inscriben en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS 14) para conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.

Más información sobre esta reserva marina: https://www.mapa.gob.es/es/pesca/temas/proteccion-recursos-pesqueros/reservas-marinas-de-espana/isla-de-tabarca/caracteristicas/

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