Un informe científico que acaba de publicarse en la revista ‘Nature’ desvela la aparición de una inquietante novedad climática, hasta ahora casi desconocida en la Tierra: los eventos 4-sigma, es decir, olas de calor ‘extremo-extremo’, que se han multiplicado por 1.000 desde 1950. Aparte de eso, las olas simplemente ‘extremas’ están aumentando también de forma preocupante.

Los científicos han descubierto un aumento de 90 veces en la frecuencia de los extremos de calor mensuales en los últimos diez años en comparación con la registrada en el periodo 1951-1980.

Su trabajo revela que los llamados eventos de calor 3-sigma, que se desvían fuertemente de lo que es normal en una región determinada, afectan ya en promedio alrededor del 9 por ciento de toda la superficie terrestre en cualquier momento.

Pero no solo eso. Los eventos de precipitación diaria récord también aumentaron de manera no lineal: en promedio, 1 de cada 4 registros de lluvia en la última década se puede atribuir ya al cambio climático.

Los eventos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático causado por el hombre se encuentran ya en unos niveles sin precedentes, afirman los científicos, que, sin embargo, esperan que aumenten aún más.

Los eventos 4-sigma irrumpen en nuestras vidas

“Para los ‘extremos-extremos’, lo que llamamos eventos 4-sigma, habían estado prácticamente ausentes ahora y, en cambio, estamos observando un aumento de aproximadamente 1.000 veces en comparación con el período de referencia.

En concreto, estos eventos radicalmente extremos “afectaron a alrededor del 3 por ciento de la superficie terrestre mundial en 2011-20 en cualquier mes”, señala el autor principal del estudio, Alexander Robinson, de la Universidad Complutense de Madrid, y del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, en Alemania.

“Esto confirma hallazgos anteriores, pero ahora con números cada vez mayores. Estamos viendo extremos que son virtualmente imposibles sin la influencia del calentamiento global causado por las emisiones de gases de efecto invernadero de la quema de combustibles fósiles”, añade.

Por ejemplo, 2020 trajo olas de calor prolongadas tanto a Siberia como a Australia, lo que contribuyó a la aparición de devastadores incendios forestales en ambas regiones en una magnitud nunca vista antes y con catastróficas consecuencias.

Además, las temperaturas en niveles potencialmente mortales afectaron han afectado a varias regiones de Estados Unidos y Canadá este mismo verano de 2021, alcanzando casi los 50° C en regiones consideradas de las más frías del planeta.

A escala global, los extremos de calor récord aumentaron más en las regiones tropicales, ya que normalmente tienen una baja variabilidad de temperaturas mensuales. Sin embargo, a medida que las temperaturas sigan aumentando, el calor récord también se volverá mucho más común en las regiones de latitudes medias y altas, añade la investigación.

1 de cada 4 precipitaciones es atribuible al cambio climático

También se han incrementado los registros diarios de precipitaciones. En comparación con lo que cabría esperar en un clima sin calentamiento global, el número de registros húmedos aumentó en aproximadamente un 30 por ciento entre 2010-2020 y 1951-1980. Esto implica que 1 de cada 4 registros es atribuible al cambio climático causado por el hombre.

El trasfondo físico de esta situación aparentemente contradictoria con el calentamiento global es la relación Clausius-Clapeyron, que establece que el aire puede contener un 7 por ciento más de humedad por cada grado Celsius de calentamiento.

Es importante destacar que las regiones ya de por sí secas como el oeste de América del Norte o Sudáfrica han experimentado una reducción en los registros de precipitaciones, mientras que las regiones húmedas como el centro y norte de Europa han experimentado un fuerte aumento. Generalmente, y en contra de lo que pueda creerse, el aumento de las precipitaciones extremas no ayuda a aliviar los problemas de sequía, recuerdan los investigadores.

Los extremos de calor se duplicaron en la última década

Comparando los nuevos datos con la ya extrema década anterior de 2000-2010, los datos muestran que la superficie terrestre afectada por los extremos de calor de la categoría 3-sigma casi se duplicó.

Esas desviaciones tan sumamente intensas y que previamente habían estado casi ausentes del planeta (los eventos 4-sigma) aparecen ahora en las observaciones. Los registros de precipitaciones han aumentado otros 5 puntos porcentuales en la última década.

El aumento aparentemente pequeño de calentamiento en los últimos diez años, solo 0.25 ° C, tiene efectos considerables, pues ha elevado sustancialmente los extremos climáticos.

“Estos datos muestran que los extremos están muy lejos de la experiencia histórica. El calor extremo y las lluvias extremas están aumentando de manera desproporcionada ”, destaca el coautor Stefan Rahmstorf, del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático.

«Nuestros análisis confirma una vez más que, al hablar de los impactos que causa el calentamiento global sobre los humanos, cada décima de grado es importante«, concluyó.

Foto principal: Ajay Verma

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41612-021-00202-w

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