El plástico está ahogando los mares y océanos del planeta. Ya representa el 85% de los desechos marinos, contaminan incluso la Antártida, invaden el océano profundo y se vierten cada año unos ocho millones de toneladas al mar. El último ejemplo de esta preocupante situación se vivió hace unos días en la playa de La Pineda (Tarragona), donde 50 voluntarios recogieron en solo dos horas 800.000 pellets de plástico. Pero esto es solo una pequeña muestra de lo que hay en el arenal.

La recogida de plástico fue organizada por las ONG Good Karma Projects y Surfrider Foundation Europe, con la colaboración del Ayuntamiento de Vilaseca. El objetivo era denunciar la presencia de pellets de plástico en la playa de La Pineda.

La contaminación por pellets en la zona es recurrente y constante. Los pellets que se encuentran son de diferentes colores y formas, a consecuencia de diferentes vertidos y continuas pérdidas por parte de las empresas de la zona.

De hecho, Tarragona y Barcelona concentran aproximadamente el 70% de la industria productora de plástico de España. Según datos de la Asociación Empresarial Química de Tarragona en 2017 se produjeron 19,3 toneladas métricas de plástico en Tarragona.

¿Que son los pellets? Los pellets de plástico, también conocidos como granzas de plástico o lágrimas de sirena, son pequeñas esferas (normalmente menos de 5 milímetros) que se utilizan como materia prima en la fabricación de los artículos de plástico.

A causa de la falta de regulación en la cadena de valor y a malas prácticas, los pellets se pierden en las diferentes etapas de la cadena de producción y distribución del plástico (producción, transporte, reciclaje…).

Mil pellets por metro cuadrado

Mil pellets por metro cuadrado Gracias a la primera máquina de recolección de pellets y microplásticos fabricada por las ONG, los voluntarios consiguieron recoger unos 800.000 pellets de plástico en dos horas, el equivalente a 15,8 kilos. Pero esto sería solo una pequeña parte de lo que habría en la playa. Los cálculos muestran una acumulación de aproximadamente 1.000 pellets por metro cuadrado en la zona donde se realizó el muestreo.

Ese es el resultado de una recopilación de datos reciente, puesto que la ONG Good Karma Projects empezó la investigación de esta problemática al 2018, después de la aparición de unos 120 millones de estas bolitas en esta misma playa de La Pineda. Sin embargo, estos derrames no son nuevos y han estado sucediendo desde que las petroquímicas llegaron a la zona hace 50 años.

Desde entonces, no se ha responsabilizado a ninguna empresa de los vertidos que han afectado de manera continua y repetida en el área de Tarragona y que se han extendido en la región mediterránea llegando a zonas circundantes e impactante puntos críticos de biodiversidad excepcionales, como Baleares y el Delta del Ebro.

En 2020 Good Karma Projects y Surfrider Foundation Europe activaron el caso dentro del programa Coastal Defenders para denunciarlo a nivel internacional

Según un informe den 2018, la industria pierde cada año en la UE alrededor de 160.000 toneladas de pellets de plástico. En el mundo, más de 250.000 toneladas de gránulos de plástico acaban en entornos acuáticos cada año.

Diez trillones de pellets acaban cada año en el océano

Diez trillones de pellets acaban cada año en el océano La contaminación por pellets de plástico es la segunda fuente más importante de contaminación de microplásticos primarios. También en Europa. Así lo confirma también la publicación «Breaking the plastic wave» de Pew Environment que estimó en 10 trillones los pellets que cada año acaban en el océano.

Algunos actores de la industria han estado tratando de abordar el problema. Han promovido una serie de buenas prácticas a través de la iniciativa llamada «Operation Clean Sweep». La iniciativa es voluntaria y no vinculante, y ha demostrado ser incapaz de actuar con eficiencia, teniendo en cuenta los estudios expuestos por la organización.

“Acciones como la de La Pineda son importantes para el seguimiento de esta problemática que nos afecta a todos y que hace demasiado tiempo que pasa desapercibida. Es necesario que la administración y las empresas involucradas adopten las medidas necesarias para poner fin a este grave problema ambiental”, apunta Jordi Oliva, cofundador de Good Karma Projects.

Maria Ballesteros, responsable de Medio Ambiente y Educación de Surfrider España, pese a que estaba enterada de la problemática, se sorprendió alver de primera mano la magnitud de la contaminación en la playa. «La problemática tendría que ser conocida por todo el mundo. Invito a la gente que se pasee por la playa y lo vea con sus propios ojos”, resalta.

Las entidades han trasladado la problemática al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico del gobierno español, así como a la Comisión Europea. Piden que se legisle la pérdida o vertido de estos residuos. Actualmente solo hay programas de buenas prácticas que son de aplicación voluntaria y no existe un marco regulador para esta problemática ambiental.

Entidades convocantes

Entidades convocantes Good Karma Projects es una organización que se centra en el desarrollo de proyectos e iniciativas educativas y de concienciación medioambiental. Sus acciones contribuyen al ejercicio de educar a la sociedad hacia el respeto por la naturaleza y a promover un cambio de hábitos de consumo.

Surfrider Foundation Europe es una ONG fundada el 1990 en Biarritz (Francia), dedicada a la protección de los océanos. Trabaja principalmente en tres áreas temáticas (basuras marinas, desarrollo costero o cambio climático y calidad de agua) a través de cuatro ejes (educación, ciencia, voluntariado e incidencia política). La delegación estatal (Surfrider España) trabaja para trasladar la misión social de la entidad al ámbito estatal.

Web de Good Karma Projets: https://goodkarmaprojects.org/

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Foto principal: Good Karma Projects