Pirineos

Pirineos franceses: la magia del invierno más cerca de lo que imaginas

Los Pirineos franceses, frontera natural con Aragón, son un paraíso invernal que combina paisajes espectaculares, deportes de nieve y una rica tradición cultural.

Descubre los encantos del Pirineo francés, como Font Romeu, con Club VIAJAR.

Descubre los encantos del Pirineo francés, como Font Romeu, con Club VIAJAR. / Pirineo francés / Lucie Ponsard

Este rincón único, a pocos kilómetros de nuestro territorio, se extiende desde el Atlántico hasta el Mediterráneo, ofreciendo experiencias inolvidables para quienes buscan vivir el invierno con intensidad. Con 38 estaciones de esquí, 16 centros termales y un sinfín de actividades para disfrutar al aire libre, los Pirineos franceses son el destino perfecto tanto para los más aventureros como para aquellos que prefieren el relax en un entorno incomparable.

Beille: una experiencia nórdica única

En la región de Ariège, Beille destaca como el espacio nórdico más grande del sur de Europa. Sus 70 kilómetros de pistas de esquí nórdico atraviesan bosques nevados, creando un entorno ideal para quienes buscan una experiencia tranquila y diferente.

Una casita de madera en mitad de Beille.

Una casita de madera en mitad de Beille. / Pirineo francés

El poblado nórdico de Angaka, con sus tiendas al aire libre y trineos tirados por renos, es un lugar mágico donde la nieve se convierte en protagonista. Una oportunidad única para vivir la naturaleza invernal en su estado más puro.

Font Romeu: un refugio para el deporte y el paladar

En los Pirineos Orientales, cerca de Cataluña, Font Romeu Pyrénées 2.000 combina la práctica de deportes de invierno con una propuesta gastronómica de primer nivel. Desde el pueblo de Font Romeu, un telecabina te transporta a la meseta de la Gallinera, donde el restaurante panorámico 'La Gallina' ofrece especialidades como el Camembert Rôti, maridado con los mejores vinos del Rosellón.

Tras una buena comida, los 'Sentiers Givrés', caminos helados que recorren la meseta, son perfectos para una caminata con raquetas de nieve al atardecer. Estos senderos permiten disfrutar del Pirineo desde una perspectiva más tranquila y cercana.

Pic du Midi: el vértigo de las alturas

El Pic du Midi es una de las joyas del Pirineo francés, ideal para quienes buscan un invierno lleno de emociones. Esta cima, a 2.878 metros de altitud, ofrece vistas impresionantes y cuenta con un observatorio astronómico único, uno de los más altos de Europa. Desde su plataforma acristalada, conocida como el 'Ponton du Ciel', se puede caminar literalmente sobre el vacío, disfrutando de la sensación de estar suspendido entre montañas y cielo.

El vertiginoso 'Ponton dans le ciel' en Pic du Midi.

El vertiginoso 'Ponton dans le ciel' en Pic du Midi. / Pirineo francés

Para los más atrevidos, el Pic du Midi es también el punto de partida de uno de los descensos fuera de pista más largos y emocionantes de la región, con 10 kilómetros de recorrido y 1.500 metros de desnivel. Pero si prefieres la calma, puedes pasar la noche en su pequeño hotel de montaña, ideal para contemplar un cielo estrellado único.

Luchon-Superbagnères: entre el deporte y el bienestar

La estación de Luchon-Superbagnères, en la Haute Garonne, ofrece una experiencia que combina la emoción del esquí con el placer del relax. Desde el pintoresco pueblo de Bagnères de Luchon, el telecabina 'Cremaillère Express' lleva a los visitantes a esta estación, donde las vistas abarcan los picos más altos de los Pirineos, como el Aneto y el Maladeta.

Tras una jornada en la nieve, el nuevo centro termal 'Ressources & Vous' es una parada obligatoria. Sus aguas sulfurosas naturales y el histórico 'Vaporarium', una cueva termal de origen romano, son ideales para recuperar energía. Para los más golosos, la chocolatería Dardenne, un emblema local desde 1897, ofrece algunos de los mejores chocolates de la región.

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