San Miguel de Arretxinaga: la ermita mágica de Bizkaia que no te puedes perder
La comarca de Lea-Artibai, en Bizkaia, alberga un rincón único que parece salido de un cuento: la ermita de San Miguel de Arretxinaga.

Descubre la ermita de San Miguel de Arretxinaga. / Gonzalo Azumendi
Este enclave, ubicado en el pintoresco pueblo de Markina-Xemein, destaca por su estructura natural, sus leyendas ancestrales y su entorno, donde la naturaleza y la historia se funden de manera espectacular. Descubrir esta ermita es adentrarse en una de las maravillas mejor guardadas del País Vasco.
Un entorno natural que invita a desconectar
Markina-Xemein, en pleno corazón de Lea-Artibai, es un pequeño pueblo vasco rodeado de montañas y ríos que crean un paisaje idílico. Los ríos Artibai y Urko Ibaia acompañan al visitante en su recorrido por la villa, donde el sonido del agua y el aire puro invitan a relajarse. La ermita de San Miguel de Arretxinaga se encuentra en plena naturaleza, ofreciendo a los viajeros una experiencia única de tranquilidad y belleza.

El encantador pueblo de Lekeitio, en Bizkaia. / Gonzalo Azumendi
Esta zona es perfecta para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Lea-Artibai esconde rutas que conectan con pequeños pueblos llenos de tradición, como Lekeitio, donde el mar sigue siendo el protagonista. En su puerto, se puede ver cómo los pescadores descargan sus capturas frescas para venderlas a pie de calle, una tradición que ha perdurado durante siglos.
La ermita de las rocas milagrosas
Lo que hace especial a la ermita de San Miguel de Arretxinaga es su singular estructura. Al entrar, el visitante se encuentra con tres gigantescas rocas de cuarzo que se sostienen entre sí, creando una capilla única. Estas formaciones geológicas, que llevan en su lugar millones de años, han sido objeto de culto desde tiempos precristianos. Se cree que, antes de la consagración de la ermita en 1734, este lugar ya era considerado sagrado por la disposición natural de las rocas.

Las famosas formaciones geológicas de la ermita de San Miguel de Arretxinaga. / Gonzalo Azumendi
Dentro de la capilla, la figura del arcángel San Miguel domina la escena. Su imagen, blandiendo una lanza sobre el demonio, ha sido un símbolo de protección para la comunidad durante siglos. Pero lo que más fascina a los visitantes son las leyendas que rodean estas rocas. Una de las más conocidas asegura que, si pasas tres veces por debajo de las formaciones sin tocarlas, encontrarás el amor en el plazo de un año.
El Camino de Santiago del Norte y el legado espiritual
La ermita de San Miguel de Arretxinaga es un punto clave en el Camino de Santiago del Norte, una ruta menos transitada pero igual de impresionante que la del Camino Francés. Peregrinos de todo el mundo pasan por Markina-Xemein en su camino hacia Santiago de Compostela, y la ermita se convierte en una parada obligada, no solo por su singularidad, sino por la paz que se respira en su entorno.

Visitando el claustro del Monasterio de Zenarruza, construido en un estilo renacentista. / Gonzalo Azumendi
A unos kilómetros de la ermita, el Monasterio de Zenarruza es otra joya histórica de la región. Este monasterio, que se alza en medio de un paisaje verde y montañoso, es conocido por su claustro renacentista, el único en su estilo en Bizkaia. La leyenda local cuenta que el monasterio fue fundado en el lugar señalado por un águila que depositó una calavera en unos matorrales, un hecho que marcó el destino espiritual de la zona.
Markina-Xemein: historia y tradición deportiva
Markina-Xemein no solo destaca por su patrimonio histórico y religioso, sino también por su rica tradición deportiva. Este pequeño pueblo es la cuna de la Cesta Punta, un deporte tradicional vasco que ha llevado a sus jugadores a competir a nivel internacional. El frontón de Markina, inaugurado en 1798, sigue siendo un epicentro para los amantes de este deporte, donde se han formado grandes pelotaris que han llevado el nombre del pueblo por todo el mundo.
Conocida como la "Universidad de la Pelota", Markina-Xemein ha sido un referente en el deporte vasco durante siglos. Visitar su frontón es una oportunidad para conocer más sobre la cultura local, así como para disfrutar de partidos que siguen atrayendo a grandes aficionados.
Gastronomía y descanso en un entorno privilegiado
Lea-Artibai también es conocida por su excelente gastronomía, que combina los productos frescos del mar y de la tierra vasca. En Etxebarría, a pocos kilómetros de Markina-Xemein, se encuentra el Hotel Antsotegui, un lugar perfecto para degustar platos tradicionales en un entorno natural. Este hotel boutique, ubicado en una antigua ferrería, ofrece una experiencia gastronómica única, donde destacan especialidades como el Txuletón y las anchoas del Cantábrico.

Txuletón del hotel-restaurante Antsotegi. / Gonzalo Azumendi
Para quienes buscan una estancia más cercana a la naturaleza, la Casa Rural Garro en Munitibar es una opción ideal. Este caserío, que data del siglo XI, está rodeado de verdes praderas y ofrece un alojamiento tranquilo, ideal para desconectar. Además, su proximidad al Camino de Santiago lo convierte en una parada acogedora para los peregrinos que buscan un lugar donde descansar.
Un viaje a la tradición y la naturaleza
La comarca de Lea-Artibai es un destino que combina a la perfección la belleza natural y el patrimonio cultural del País Vasco. Desde las formaciones rocosas de la ermita de San Miguel de Arretxinaga hasta los paisajes costeros de Lekeitio, cada rincón de esta región esconde una historia que merece ser contada. Para quienes buscan un lugar donde perderse en la naturaleza y descubrir tradiciones centenarias, Lea-Artibai es el destino perfecto.
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