A veces ha sido minusvalorada, pero si los expertos afirman tajantemente que la comida más importante del día es el desayuno será por algo. Es vital cuidar todas las ingestas de alimentos, respetar las cinco comidas al día y seguir unos sencillos consejos para perder peso. Y por supuesto esta norma no escapa al desayuno.

Hay muchas ocasiones en las que lo descuidamos. Es difícil a veces levantarse de la cama antes, sobre todo si se madruga mucho, para preparar un desayuno completo y nutritivo porque requiere de cierto tiempo y las sábanas nos atrapan, pero si el objetivo es adelgazar es indispensable comenzar a cuidarnos desde el punto de la mañana.

Así que lo principal es mentalizarse de que hay que desayunar y hacerlo bien, aunque cueste y nos dé algo de pereza por la mañana. De este modo cogeremos una gran energía para la mañana y evitaremos picar entre horas cuando al rato nos entre el hambre. Ahí posiblemente cometeremos el error de comer algo que no debemos.

¿Qué debe tener mi desayuno?

Varios son los productos que se pueden incluir y miles sus combinaciones. Es muy probable que un desayuno concreto nos encante y acabemos repitiendo, pero variar tiene su punto divertido. Aun así, hay alimentos básicos que deberían estar, como los lácteos bien sea en yogur, leche o queso fresco, la fruta, cereales, avena y pan. Aunque el huevo cocido está muy indicado para la cena por su cantidad de proteínas, tampoco hay que desdeñarlo en el desayuno.

¿Y los prohibidísimos?

Que no se te pasen por la cabeza salvo a modo de capricho para cierto tiempo. En resumen son todos aquellos alimentos que estén ultraprocesados y que no sean naturales, como por ejemplo la bollería o las galletas. Sí, sabemos que son muy apetecibles, pero no son buenos.

Combinar la avena o cereales con leche o yogur dará sabor y ahorrará tiempo.

No es malísimo, pero los expertos no recomiendan tampoco los zumos envasados, por lo que lo mejor es crear un zumo natural a través de fruta fresca y mejor todavía si es de temporada. Además, las frutas permiten un montón de ricas mezclas que puedes ir probando en tus mañanas.

Las combinaciones son clave

Hemos mencionado un montón de ingredientes, pero eso no quita para que se puedan mezclar. Por ejemplo, la avena y el yogur son mejores amigos y se pueden juntas. Y lo mismo sucede con los cereales y la leche, por ejemplo. La fruta, por supuesto, también se puede meter en yogur.

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De este modo no se nos harán tan pesados los desayunos ni nos dará tanta pereza. Recuerda beber mucha agua, sacar un rato al día para activar el cuerpo y realizar algo de ejercicio físico, comer algo a media mañana pero sea ligero y no excederte con la comida y sobre todo con la cena.