Esta dieta está causando furor entre los famosos y cada vez más personas se están uniendo a este método para adelgazar. Es muy posible que hayas oído hablar del ayuno intermitente, pero quizá no sepas en concreto en qué consiste, cómo se hace y qué beneficios tiene, qué hay que hacer para llevarlo a cabo de forma correcta y por qué se consiguen resultados.

Jorge Fernández, mítico presentador de La Ruleta de la Suerte, aseguró que "no pasa nada por no tener hambre a primera hora y retrasar unas horas tu primera ingesta. Yo lo hago de manera inconsciente, lo que pasa que ahora, esto tiene un nombre: ayuno intermitente. Al llevar nombre y apellido se convierte en un producto de marketing o eso parece", dijo en una entrevista. Además, otros famosos como Chris Hemsworth, Elsa Pataky, Nicole Kidman, Jennifer Aniston o Hugh Jackman también se han unido.

Lo primero que es necesario recalcar es que es muy eficaz para la pérdida de peso siempre y cuando se lleve a cabo con buenos hábitos y respetando unas normas básicas, pero también sirve simplemente para mantener una vida sana. De nada servirá el ayuno intermitente si durante nuestro periodo para ingerir alimentos solo consumimos grasas, ultraprocesados y alimentos que deberían ser muy ocasionales. Sin embargo, si se respetan unas normas básicas, verás los resultados enseguida.

¿Se puede perder peso con este método? Por supuestísimo. Ahora bien, hay que tener muy en cuenta la clave que te hemos indicado en más de una ocasión, y es que tiene que haber déficit calórico. Esto es, que metamos en el cuerpo menos calorías de las que consumimos en el día a día. El ayuno intermitente ayuda, pero parte del trabajo te corresponderá a ti porque debes hacerlo de forma correcta.

¿Cuál es su secreto?

El ayuno intermitente es una estrategia que consiste, como su propio nombre indica, en acumular muchas horas sin ingerir alimentos, si bien el agua o similares, el té, infusiones, caldos de verduras, chicles sin azúcar y el café sin azúcar sí que están permitidos. Sin embargo, no te podrás llevar nada a la boca durante el periodo de ayuno para que sea efectivo.

El motivo es que al no conseguir energía por medio de los alimentos el cuerpo activa mecanismos para obtenerla de otros lados. Así que la solución que nuestro organismo encuentra es utilizar los ácidos grasos del tejido adiposo. Se generan entonces cuerpos cetónicos que acaban sustituyendo al glucógeno hepático, pero para conseguir este efecto se requieren, como mínimo 8 horas de ayuno, que se pueden extender hasta las 12.

Se estima que con este método se dejan de ingerir entre 300 y 500 kilocalorías diarias, lo cual propiciará que con casi toda seguridad se incurra en déficit calórico y, por tanto, se adelgace.

Un caldo de verduras es idóneo para cenar de forma ligera.

Los métodos

El ayuno intermitente no es una ciencia exacta y existen diversos métodos para que sea efectivo. Para empezar, hay planes que son diarios y que tienen en cuenta las horas del día y otros que son semanales. Lo más común es hacer planes diarios, pero puedes escoger uno semanal tranquilamente.

El más habitual por su comodidad es el método 16/8. Es decir, 16 horas de ayuno y una franja de 8 horas en las que se pueden consumir alimentos de forma controlada. Lo primero que posiblemente pienses es que estar 16 horas sin comer nada es mucho y que no lo podrás conseguir, pero piensa que mucho de ese tiempo estarás durmiendo y descansando.

Lo ideal es que hagas una cena temprana y muy, muy ligera. Así aparte de no meter muchas calorías al cuerpo lograrás irte a la cama sin sensación de pesadez y el descanso será mejor. Para ello puedes seguir la regla del Plato de Harvard, que por su equilibrio es ideal para las comidas y cenas. Después, espera 16 horas para comer, pero tampoco te pegues un atracón ni comas alimentos que sean muy grasientos. Es decir, cuida tu alimentación y horarios.

Sin embargo no son los únicos métodos a seguir. Hay uno todavía más estricto que consiste en ayunar 20 horas y un periodo de 4 horas para comer. Para lograrlo hay que alargar la hora de la comida y cenar muy pronto y ligero. Y en el lado contrario, el método 12/12 ya te imaginarás: 12 horas sin comer y otras 12 en las que sí que puedes.

Y en cuanto a los semanales, el más habitual es comer 5 días de forma normal y 2 en los que no. Solamente debes tener en cuenta algo muy importante: no ayunes nunca dos días seguidos.

Sus ventajas más allá del control del peso

Si se realiza correctamente (e incidimos mucho en ello), puede tener muchos beneficios. El ayuno permite activar procesos metabólicos que favorecen la autofagia. Esto es, que las células, por decirlo de algún modo, se reciclan, lo cual ayuda contra los signos del envejecimiento.

También mejora la homeostasis, reduce la grasa corporal como ya te hemos contado, regula la microbiota intestinal y puede ser efectivo contra el colesterol y la hipertensión, entre otros beneficios.