Netflix
La gran polémica con 'El juego del calamar': "Los resultados son deficientes"
Pese a su éxito, hay detalles que no han gustado

'El juego del calamar' está generando mucho éxito, pero también polémica. / Netflix
'El juego del calamar' es la serie de moda sin duda en Netflix y se ha convertido por méritos propios en la serie más vista de la plataforma tras superar a 'Los Bridgerton'. De hecho, tal está siendo su éxito que la plataforma ha ganado casi 800 millones de euros cuando en total la producción ha costado unos 18.
La trama de la serie se centra en centenares de personas con problemas económicos muy graves e irreparables que participan en un juegos infantiles en los que pueden ir ganando dinero. Ahora bien, lo que desconocen es que el premio es muy tentador, pero fallar se paga con la muerte.
Su trama es muy controvertida pese a ser ficción pero ha conseguido enganchar a millones de personas, que ya esperan una segunda temporada con ansia. Sin embargo, aunque está teniendo un éxito sin precedentes, la serie ha despertado la ira de un gremio que se ve minusvalorado y cabreado.
"No lo entendemos"
Se trata de los traductores, que a través de la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España (ATRAE) se quejaron por medio de un comunicado oficial. El motivo es el uso de la traducción poseditada, que en resumen usa un algoritmo, un motor completamente automático, para después retocar los posibles fallos que pueda haber.
"Como traductores, no entendemos cómo se puede dejar no solo esta, sino cualquier obra, en manos de un algoritmo de traducción que produce resultados deficientes que, posteriormente, tiene que corregir un profesional por una tarifa irrisoria", expusieron.
"Supone un clavo más en la precarización del sector, que no solo tiene que sufrir a intermediarios que se quedan con porcentajes pantagruélicos de lo que pagan las distribuidoras, sino que ahora además delegan en una máquina el grueso del trabajo y después le pasa el resultado a un humano para que haga lo que el software no ha podido y por un precio considerablemente menor", prosiguen.
"Desde ATRAE urgimos a las plataformas a que hablen con sus proveedores para que dejen de utilizar la traducción automática poseditada y que confíen en el talento humano de los traductores, que es grande, abundante y la única manera de que las producciones de Netflix (o de cualquier distribuidora) lleguen a los espectadores con la calidad que merecen. Lo contrario solo lleva a unos resultados deficientes que, inevitablemente, desembocarán en una pérdida de reputación, clientes y dinero para las distribuidoras, un servicio deficiente para los usuarios y una precarización aún mayor del sector. Pan (duro y reseco) para hoy, hambre para mañana", recalcan desde la asociación.