Según un estudio de Washrocks, el 74% de los españoles considera que hacer la colada y planchar la ropa es la tarea de la casa rutinaria que más pereza nos da y de largo, seguida de barrer los suelos y fregarlos y de limpiar la vajilla a mano.

Las dos segundas tienen una solución poco económica (aunque cada vez más) que es comprar un robot aspirador y un lavavajillas, pero con la primera, la peor de todas, el remedio tiene mal asunto, por lo que nos toca poner lavadora, tender y planchar.

De esta sucesión de tareas la que peor llevamos es planchar, pero hay dos sencillos trucos que, aunque no nos van a evitar que lo tengamos que hacer, sí que nos van a hacer la tarea mucho más fácil y, sobre todo, más rápida.

No cuesta nada

Lo primero que debemos hacer es aprovechar los programas de la lavadora, porque en casi todas ya vienen especializados en los que la ropa sale menos arrugada. Es más que probable que el electrodoméstico tarde un poco más en completar el lavado de las prendas, pero esos 10 o 15 minutos no son nada con el tiempo que dejaremos de invertir más adelante. Merece la pena ponerlo.

Y lo segundo es un truco muy sencillo y que funciona sobre todo con las prendas más finas. Es decir, con las camisetas y las prendas interiores, por ejemplo. De todos modos, ponlo en práctica con toda tu ropa y verás como incluso hay alguna prenda que se queda bien y no hace falta ni pasarla por la plancha para quitar las arrugar.

Cuando la saques de la lavadora y la vayas a tender, pégale una sacudida fuerte y verás cómo gran parte de la humedad acumulada de la lavadora sale de la prenda, lo que ayudará a que quede más estirada en el tendedor. Después, tiende la ropa lo más estirada posible para que gran parte de las arrugas se esfumen.

Otro consejo muy importante es que saques la ropa de la lavadora justo cuando acabe o pocos minutos después, porque cuanto más tiempo esté dentro del tambor más se arruga y aparte nos cogerá mal olor y demasiada humedad, lo que a la larga empeora la calidad de las prendas.