El frío ya se está instalando irremediablemente a lo largo y ancho de España y empezamos a sentir la necesidad de encender la calefacción, siempre y cuando tengamos esa opción y no echemos mano de otras opciones en las que no tengamos que recurrir a los radiadores.

Si en casa tenemos radiadores, cada cierto tiempo se necesita hacer un mantenimiento muy sencillo y general para que gocen de buena salud, calienten de forma adecuada y un aspecto importantísimo, que no nos eleve de forma considerable la factura y, por tanto, nuestro bolsillo acabe resentido.

De todos modos recuerda una cosa muy importante, y es que estas tareas se pueden hacer en casa sin problema, pero si tenemos otros mayores o no sabemos realmente cómo hacerlos es mejor recurrir a un profesional que venga a nuestro hogar y nos ayude.

Tres tareas básicas

La primera y más sencilla es que eches un vistazo a las juntas y válvulas y al suelo para comprobar si todo está seco y no hay fugas de ningún tipo, porque si las hay el circuito perderá presión y no será tan efectivo como debería. Si encuentras humedad o agua ponle remedio cambiándolas o cerrándolas debidamente.

Después el siguiente paso es hacer el purgado. Puedes comprobar si hay aire en el circuito poniendo la calefacción alta y, si el calor no está distribuido de forma uniforme, es posible que haya entrado aire. Es facilísimo hacerlo y necesitarás solo una moneda o un destornillador. Para ello, abre la llave lateral y saldrá todo el aire. En cuanto cambie y lo que salga sea agua (ten un vaso, un cuenco o algo debajo para no manchar), ciérralo de nuevo.

Por último, bien sea por el purgado o por el propio uso es bastante probable que el circuito haya perdido presión, así que ve a la caldera y reestablece los valores. Generalmente la propia caldera nos ayuda con unos valores mínimos y máximos a través de una aguja o un sistema de colores, pero si no es así, ponla entre 1,5 y 2 bares de presión.

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Ya solo queda poner la calefacción y comprobar que todo está en orden y funciona. Así habremos hecho un mantenimiento básico que aparte de darnos más seguridad nos ayudará a ahorrar en la factura.