La comida, los niños, las mascotas, nuestro propio o simplemente el paso del tiempo acaba por manchando los sofás y sillones. Igual que otros tejidos podemos meterlos sin más complicación a la lavadora, este no es el caso de estos elementos del hogar, que necesitan de una limpieza más especial y cuidadosa.

Ahora bien, ¿qué producto debería usar? Muchas veces los remedios de la abuela de toda la vida, esos que van pasando de generación en generación, son los más efectivos y además se pueden hacer sin problema con productos que todos tenemos en casa. Y el resultado merecerá la pena.

Con esta mezcla, si sigues los pasos, verás cómo las manchas desaparecen y quedan unos sillones y sofás impolutos, pulcros y mucho más higiénicos para disfrutar sin preocuparnos de la suciedad.

Cuatro ingredientes

Lo primero es intentar retirar lo más "gordo", es decir, tratar de quitar el polvo con un paño de microfibra, un plumero o similar, igual que retirar si hubiese trozos grandes de comida o de suciedad.

Después necesitarás un pulverizador en el que juntar cuatro productos que seguramente tendrás por casa y, sino, seguro que puedes encontrar en cualquier supermercado. Se trata de un vaso pequeño de alcohol, una cucharada sopera de jabón para la vajilla, el zumo de medio limón y media taza de agua.

Mételo dentro y pulveriza con cuidado y rocíalo por las zonas que más sucias estén. Entonces deberás tener la plancha de la ropa caliente y solo deberás activar la función del vapor y acercarla, pero no tocarla, para que la zona se caliente. Y por último, solo queda pasar un cepillo de cerdas suaves y que no sea agresivo con el tejido para que las manchas desaparezcan.

Para finalizar del todo, seca la zona con un trapo seco para que quede perfecto. Y ese método, por ejemplo, también lo puedes probar en otros tejidos como las alfombras o algunas cortinas.