El aceite de oliva es uno de los grandes tesoros de la gastronomía española, un manjar de nuestra tierra y uno de los grandes orgullos cuando salimos al exterior. Somos grandes productores y su calidad es inigualable. En algunos países es un lujo y sin embargo aquí en España lo podemos conseguir con suma facilidad y en variedades muy distintas.

De todos los grados que hay, sin duda el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE por su siglas) es el mejor sin duda por su menor grado de acidez y su profundo e intenso sabor. Se elabora igual que el virgen, con los mismos procesos de prensado, lavado, centrifugado y filtración, pero su acidez llega como máximo al 0,8, mientras que el virgen puede llegar hasta los 2 puntos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cada cierto tiempo analiza los AOVE que podemos encontrar de forma genérica en los supermercados y establece cuáles son mejores, pero también cuáles tienen un etiquetado fraudulento. Esto es, que dicen ser Virgen Extra (con el incremento de precio que conlleva) cuando en realidad no lo son.

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La OCU advierte que los resultados, comparados con anteriores exámenes (que se vienen realizando desde el año 2000), han mejorado sustancialmente, pero eso no ha evitado que se hayan encontrado dos casos de etiquetado fraudulento de los 39 analizados.

Según explica el organismo, "los aceites de oliva virgen extra que analizamos son productos adquiridos en súper e hipermercados. Corresponden a marcas de aceites de gran distribución, entre las que se encuentran grandes firmas como Maeva, Ybarra, Carbonell, Maestros de Hojiblanca, La Masía, entre otros, y también marcas del propio establecimiento donde se venden, como Auchan, Hacendado, Consum, etcétera".

Una de las conclusiones es que cuestan alrededor de 5 euros por litro, aunque es una media. Los hay por menor y por mayor precio. También hay diferencias en el precio final en función del envase, si es de plástico o de vidrio siendo más caro este último, y por Denominación de Origen, que hay dos (Oleoestepa D.O. de Estepa y Olivar del Segura D.O. Sierra del Segura).

El centrifugado debe ser especial en aceites vírgenes y vírgenes extra.

Y otra conclusión muy importante es que "ninguno de los 39 aceites lleva mezclas con aceites más baratos de semillas, oliva refinado u orujo, no hay adulteración".

¿Pero cuáles son los fraudulentos? "Borges y Olivar de Segura, son simplemente virgen, no responden a los criterios exigidos para llevar la etiqueta comercial extra", resalta la OCU. De hecho, agrega, "presentan defectos confirmados en posteriores análisis y la OCU ha denunciado a las empresas afectadas por fraude en el etiquetado ante las Comunidades Autónomas y pide su sanción".

La respuesta de ANIERAC y ASOLIVA

Ante estas acusaciones de la OCU, la ANIERAC (Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles) y ASOLIVA (Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva), defendieron su postura en un comunicado, en el que aseguran que el criterio de la OCU corresponde a una cata subjetiva y no a un proceso objetivo.

"La industria envasadora española de aceite de oliva desarrolla un trabajo inestimable por la excelencia de sus productos. Los aceites de oliva españoles, líderes a nivel mundial, son de la máxima calidad y cumplen todos los requisitos fisicoquímicos y organolépticos establecidos por la Unión Europea", comienza el escrito.

"Los problemas que sugiere la OCU como “engaño” al no corresponderse el etiquetado de unas determinadas marcas con la categoría comercial del producto no son más que meras discrepancias derivadas de la cata, un método esencialmente subjetivo", recalcan ambas asociaciones. De hecho, agrega el párrafo de la OCU en la que advierte que "son defectos que solo detecta un catador entrenado y con el aceite templado, un consumidor difícilmente podrá notarlos".

Por último, exponen que "las asociaciones ASOLIVA y ANIERAC trabajan en el marco de la Interprofesional del Aceite de Oliva, con el Ministerio de Agricultura y algunas administraciones autonómicas en busca de un método científico que supere la subjetividad de la cata actual".