El sector apícola de COAG y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presentaron este lunes una exhaustiva investigación sobre la “maraña legislativa” creada por las instituciones comunitarias y estatales para facilitar que se pueda enmascarar de forma “legal” el origen real de la miel.

La investigación desvela cómo es posible que el “Origen China” haya desaparecido de las etiquetas de la miel de los principales operadores del sector y cadenas de distribución a pesar de que el 30% de las importaciones que entran cada año en nuestro país vienen directamente del país asiático. Es decir, se camufla el origen chino de la miel mediante tretas y se hace ver al consumidor que el producto es español, cuando no es cierto.

COAG empezó a revisar con gran detenimiento los criterios a partir de los cuales una mercancía importada por un operador europeo adquiere su origen ya que Portugal pasó a ser nuestro principal abastecedor de miel en 2020 (6.698 toneladas, el 21% del total importado ese año). En los primeros meses de 2021 (enero-agosto) sigue siendo origen del 13% de nuestras importaciones, mientras que China se situó como segundo abastecedor de miel en 2020 (4.770 toneladas, el 15% del total importado ese año) y, entre enero y agosto de 2021, se sigue manteniendo como nuestro segundo abastecedor de miel (15% del total importado).

¿Origen España? Solo a medias

Tras el exhaustivo estudio de la legislación por parte de las entidades, la miel cosechada en China e importada por un operador portugués, que se mezcle (y, en su caso, caliente) con miel cosechada en España, puede adquirir el origen España si más del 50% en peso de la mezcla final es miel cosechada en España.

“La cuestión de la interpretación de la normativa, por tanto, es compleja y farragosa, pero parece estar influyendo decisivamente en la situación de mercado y etiquetado que llevamos observando meses en el mercado de la miel española. Si una miel cosechada en China e importada por un operador portugués, y posteriormente mezclada con miel cosechada en España, puede adquirir origen España si más del 50% en peso de la mezcla final es española, dicha mezcla podría volver a mezclarse con nuevas partidas de mieles originarias de China confiriendo, de nuevo, el origen España a las subsiguientes mezclas finales”, ha afirmado el responsable del sector apícola de COAG, Pedro Loscertales.

“Los consumidores merecen poder confiar que lo que se dice en las etiquetas es la realidad sobre el origen de los productos, más allá de trucos o artificios legales para cambiarles la nacionalidad", añade Ileana Izverniceanu, Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de OCU.

Los datos que arroja la investigación conjunta arroja una conclusión muy certera, y es que los operadores españoles podrían estar aprovechando la normativa para enmascarar el verdadero origen de las mieles que se comercializan en España. “No creemos que estén cometiendo ninguna ilegalidad; creemos que tanto la aplicación de la normativa comunitaria y estatal analizada lo facilitan”, ha puntualizado Loscertales. Además, interpretan que China ha desaparecido de las etiquetas de las mieles comercializadas en nuestro país porque la miel que sigue entrando a día de hoy en España desde el gigante asiático se triangula a través de otros países de la UE (Portugal y Rumania) en los que se transforma y adquiere un nuevo origen: “Origen España”.