El marisco es el rey absoluto de la Navidad. Por su precio, en la mayoría de hogares españoles se espera a fechas especiales para consumirlo y en las reuniones familiares suelen ser las estrellas de la mesa, pero no es menos cierto también que su precio es elevado y más todavía cuando se acercan las fechas definitivas, que es también cuando más prisas hay.

Por eso cada vez más personas optan por la previsión y por ahorrarse unos euros comprando los mariscos ya por estas fechas, también para escoger el mejor género, y congelarlo hasta que llegue el momento.

El proceso de congelado tiene una grandísima ventaja y es que, si se hace bien, ninguna de las propiedades ni mucho menos el sabor se van a ver mermados. Y el bolsillo notará la diferencia. Eso sí, debes ir haciéndole hueco en el electrodoméstico, especialmente si la cantidad va a ser considerable.

Congelar ya cocidos algunos

El centollo, las nécoras, las cigalas o, incluso, las gambas deben congelarse una vez cocidos y no antes de ello pese a lo que solamos pensar. Para mantener el sabor, además es clave envolverlos en un paño humedecido en el agua de cocción y, posteriormente, escurrido para evitar un exceso de humedad.

También es necesario hacerlo con ciertas precauciones. Por ejemplo, conviene envolver con un paño humedecido pero sin demasiado líquido con el agua de la propia cocción y, en el momento de congelar, dejarlo bien apretado con film transparente, evitando al máximo que se creen burbujas de aire.

Si es importante la congelación, no lo es menos la descongelación. El microondas, aunque es muy cómodo, totalmente prohibido. El mejor método para el marisco, pero también para cualquier producto alimentario, es hacerlo de forma natural. Es decir, meterlo en el frigorífico encima de un plato o bandeja para que se quede ahí el líquido sobrante y que poco a poco vaya cogiendo temperatura sin perder la frescura. Hazlo unas 24 horas antes de servir y, si la pieza es muy grande, puede ser unas horas antes, pero en principio bastará así.

En general, el resto de mariscos se pueden congelar antes de ser cocinados. Te puede servir como guía los que sueles encontrar en el supermercado para orientarte, pero suelen ser navajas, berberechos o almejas.

Otro truco, que además es muy económico, es comprar una envasadora al vacío, que es una opción barata y que te durará mucho tiempo para congelar mejor cualquier producto.