Los trucos caseros, los que han pasado de generación en generación y los que toda la vida han funcionado son cada vez más seguidos por las personas para sus hogares, sobre todo porque desean huir de los productos químicos que, aunque son muy eficaces también, pueden ser muy fuertes.

Por eso están al alza estos remedios caseros, los que siempre ha usado la abuela para la limpieza de los suelos, para dejar el baño impoluto o para que la vitrocerámica esté como el primer día y sin un ápice de suciedad.

Los muebles de madera también tiene su truco para que queden brillantes y sigan siendo una gran envidia cuando hay visitas. Este tipo de muebles, bien sean el grande del salón, una simple estantería, unas baldas, una mesa o un elemento decorativo, dan un montón de vida y de fuerza a tu hogar, pero debes tener una buena salud, ser cuidados y bien limpiados.

Y sacarles brillo de manera natural es una excelente forma de que luzcan muchísimo más, estén mejor de aspecto y, además, tu casa parezca otra.

Fórmula mágica

Si le das al coco y empiezas a pensar en un abrillantador natural que seguro que tienes en casa se te ocurren varias opciones, aunque una posiblemente sobresalga por encima de las demás: el aceite de oliva.

Quizá puedas pensar que de barato eso no tiene nada, pero no te apures. Primero, porque no hace falta usar aceite de oliva carísimo ni virgen extra para que el mueble luzca espectacular. Eso es principalmente porque no es necesaria mucha cantidad para ello. No consiste en bañar el mueble en aceite de oliva, sino más bien darle una pasada con un paño limpio ligeramente untado del oro líquido.

El truco sirve para multitud de muebles o accesorios.

Llevarlo a otro nivel

Pero aunque el aceite de oliva por sí mismo ya es buenísimo para este propósito, se puede llevar al siguiente nivel y mejorarlo mucho más si se hace una mezcla con uno de los productos más clásicos de la limpieza casera, que es el limón.

Utilizar este cítrico le dará un cierto aroma al mueble y además le dará un extra de cuidado. Para ello solo hay que mezclar dos partes de aceite de oliva por una de limón. Pero ojo, una advertencia importante es que el limón fresco tiene una alta eficacia, pero no así cuando pasa un tiempo, por lo que no puedes guardarlo. Es decir, cada vez que hagas esto debes exprimir el limón.

Y si quieres limpiar y abrillantar al mismo tiempo puedes añadir al combo mágico el vinagre de limpieza, cuya potencia está más que demostrada. Así matarás varios pájaros de un tiro al limpiar, desinfectar y abrillantar los muebles.