La japonesa Marie Kondo es una de las gurús del orden en casa y tiene un método, el Konmari, que es seguido por millones de personas en el mundo y que tiene como fin sentir alegría a través, precisamente, del buen orden en casa.

Consiste, grosso modo, porque ya te lo explicamos más a fondo en otro artículo, en empezar por desechar todo aquello que no necesitamos y que no nos da alegría, empezando por las cosas más sencillas de tirar o donar, que son las prendas de ropa, para acabar por los elementos más personales y con más valor sentimental, porque ya habrás cogido inercia.

Después, en cuanto a la ropa y armarios, es mejor tenerlo todo a la vista y en rollitos para evitar desordenar, pero también puesto por colores y en cajas de zapatos bonitas y llamativas. En la nevera la recomendación es tenerlo todo bien etiquetado, por categorías y sin mezclar. Es decir, sencillez, organización y cuidado, teniendo todo lo que no hemos tirado y que, por tanto, queremos, a la vista.

Los errores

Ahora bien, esta es la explicación rápida de cómo sí se debe hacer este método, ¿pero qué no se debe hacer y qué propicia que acabe la casa más desordenada?

Uno de los principales fallos lo hemos introducido antes: no hacer categorías. El motivo es que al final acabaremos, poco a poco, dejando todo por cualquier lado, sin saber exactamente dónde y todo mezclado, lo que propicia que haya mucho más desorden. Cada cosa siempre en su sitio.

Dejen salir antes de entrar es otra de las grandes premisas de Marie Kondo. Por ejemplo, a la hora de hacer el cambio de armario de verano a invierno y al revés siempre podemos desechar prendas que no necesitemos y así tener un armario menos cargado y más sencillo de organizar. Y cada vez que se compre una prenda de ropa, para la japonesa, debe salir otra para evitar acumulación y que no se rompa la armonía.

También incide la experta en que debemos tener las superficies lo menos vacías posibles, especialmente las lisas, porque al final nuestra tendencia natural es llenarla de cosas. Ponlo en práctica con las estanterías y con las mesas.

Y por último, aunque tengas muebles con un montón de espacio, organízalos y que no se conviertan en una especie de trastero. Orden, orden y más orden sin guardar nada que no necesites.