El verano es la mejor época del año para tender la ropa fuera de casa, al aire libre. El calor hace que esté lista y sin gota de humedad en horas o minutos (según la prenda), pero en el invierno la película cambia bastante. La niebla, el frío, que haya menos horas de sol y que no caliente tanto y un montón más de factores influyen en que al final no podamos tender fuera y lo tengamos que hacer dentro del hogar.

Hay una posible solución que no está al alcance de todo el mundo, ni por dinero ni por espacio, que es tener una secadora en casa. Y otro problema que sufre mucha gente y que obliga a tender siempre dentro es el miedo a las alturas.

Pero para eso hay algunos trucos que se pueden utilizar para conseguir que la ropa se seque más rápido y que no tengamos que esperar incluso días (sí, días, sin exagerar) para que se seque.

Los trucos

  • Deja espacio entre las prendas en el tendedero. A veces se llena demasiado por la cantidad de prendas que hemos tenido que lavar, pero es contraproducente porque el aire no corre y se tapa el poco sol que pueda llegar.
  • Pon más lavadoras. Está muy relacionado con el anterior, porque es necesario no hacer coladas muy grandes si se tiene que dejar espacio en el tendedor.
  • Aprovecha cada recoveco. Las puertas de los armarios, tiradores de las puertas de casa, sillas o perchas son otros elementos que nos ayudarán a dar sitio a prendas que no caben en el tendedor y que se secarán con facilidad.
  • Aprovecha los radiadores. Ojo, no quiere decir que haya que poner prendas directamente encima de ellos, pero sí cerca. Ya que se gasta, que se aproveche debidamente.
  • Abre la ventana. Asumimos que en invierno apetece más bien poco, pero si es soportable abre la ventana para que corra aire y ayude a quitar la humedad. Y si no, al menos, levanta a tope la persiana.