El cava es uno de los productos más navideños que podemos encontrar, pero al ser un producto que durante el año no es tan consumido y que, de hecho, para muchísimas personas es muy estacional, no se suele saber qué significa cada tipo de cava.

Es decir, ¿sabes qué diferencia hay entre un cava brut nature y un seco? ¿Entre un reserva y un gran reserva? Son algunos ejemplos. Quizá en el ámbito del vino sean más conocidos los diferentes tipos, pero en el cava no tanto. Por eso te lo contamos.

Su origen

El Cava tiene sus orígenes en la zona vitivinícola del Penedés, destacando concretamente el municipio de San Sadurní d’Anoia, conocido como la capital del cava, y sus alrededores. Sin embargo, por motivos históricos, también podemos encontrar algunos municipios de otras zonas en los cuales se puede elaborar cava.

De hecho, el Valle del Ebro es una de las zonas productoras y, en Aragón, tenemos la parte de Valle del Cierzo, en los municipios de Ainzón y Cariñena, especial por su clima de influencia continental, caracterizada por inviernos fríos y veranos calurosos, y un elevado contraste térmico noche-día.

Los tipos y categorías

Hay dos calificaciones, una correspondiente a la categoría y otra al tipo. La primera corresponde al tiempo de crianza en botella y hay diferentes categorías en función de la juventud. El más joven es el cava (sin apellido, por decirlo así), que aparte suelen ser los más frescos, ligeros y frutales. Su crianza mínima es de 9 meses en botella.

Después ya pasamos al Reserva. Reposa en la bodega, en condiciones de poca luz y silencio, un mínimo de 18 meses. Es de abundante burbuja y también mucho frescor. Y el siguiente escalón es el Gran Reserva, cuyo tiempo de crianza se eleva a los 30 meses. Suelen destacar por su complejidad. Y por último queda el Cava de Paraje Calificado, que es único, de un viñedo y una finca que por sus características (de localización y terruño) se diferencia del resto. Es sinónimo de altísima calidad y singularidad.

Y luego están los tipos, que dependen del azúcar añadido. El más natural es el brut nature (entre 0 y 3 gramos por litro) y de ahí se va elevando hasta el dulce (50 gramos por litro) paulatinamente.

Entre medio están el extra brut (de 0 a 6 gramos por litro), brut (máximo 12), extra seco (12-17), seco (17-32) y semiseco (32-50). Aparte de por los gustos, existe tanta variedad por el maridaje, ya que algunos están más indicados para, por ejemplo, mariscos y otros para salados.