Esta noche del miércoles al jueves los Reyes Magos se tienen que multiplicar para llegar a todos los hogares y para que los niños se despierten llenos de nervios y alegría por ver qué regalos les han hecho. Es sin duda uno de los días más especiales, bonitos e ilusionantes de todo el año.

Melchor, Gaspar y Baltasar llegan directos desde Oriente para llenar los árboles de Navidad de regalos y alegría. La tradición indica que estos tres Reyes Magos siguieron una estrella que les guio hasta Jesús, al que ofrecieron oro, incienso y mirra, aunque en realidad en la Biblia reconocida por el cristianismo apenas les menciona.

De hecho, son magos, pero no se especifica que sean reyes, aunque sí que se habla de la estrella que les guio. Tampoco está claro ni que fueran hombres, ni que dos fueran blancos y uno negro ni nada. Eso sí, sí que salen en evangelios apócrifos.

En el Evangelio de Mateo se dice que «Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: '¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle'".

¿Entonces, de dónde vienen?

Melchor es el más mayor de todos, tanto en apariencia como en sabiduría por tanto, Gaspar es el más joven y suele aparecer con un rey de pelo y barba de color castaño, mientras que Baltasar, en cuanto a edad, se encuentra en el medio. Es decir, es una escenificación de los tres estados de la vida: juventud, madurez y vejez.

En el siglo V, el papa León I el Magno estableció oficialmente su número en 3 para toda la cristiandad.​ A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de "Melchor", "Gaspar" y "Baltasar", que supuestamente equivalen en griego a "Appellicon", "Amerín" y "Damascón" y en hebreo a "Magalath", "Serakin" y "Galgalath".

Lo que sí que no se menciona en ningún sitio y que es una leyenda más que otra cosa es que te traerán carbón si te portas mal, así que es una manera de hacer que los niños se porten bien para que les traigan regalos.