Después de los excesos navideños no son pocas las personas que se han propuesto quitarse esos kilos de más que han patrocinado las comilonas, los turrones, los roscones, los bombones y demás productos más puramente navideños y que, aunque están riquísimos, no dejan de ser muy calóricos.

Una de las mejores maneras de saciar el cuerpo, calentarlo en invierno (y si es verano, un poco de hielo y arreglado el asunto) y perder peso es echar mano de las infusiones o los tés. Al tratarse de agua nos llenarán, nos ayudarán a cumplir con el objetivo de tomar dos litros de agua al día, no meteremos calorías en el cuerpo y de paso nos aprovecharemos de las propiedades de nuestro protagonista.

Generalmente solemos hablar de plantas o hierbas que nos sirven para hacer tés o infusiones. Por ejemplo, está la cola de caballo y su sabor a limón, los clásicos té verde o té rojo, e incluso hay uno azul. La variedad y sus propiedades son muy variadas, pero todas las opciones son muy sanas y te ayudan a la hora de adelgazar.

Con las cáscaras

Ahora bien, también se pueden usar frutas. Además, en este caso es un win-win de manual, porque por un lado se utilizan las cáscaras para hacer la infusión y la propia fruta como tal para almorzar, merendar o como postre sano para después de comer o cenar.

Hablamos de la piña, que tiene propiedades diuréticas y antioxidantes. Además, ayuda a quemar grasas acumuladas y reduce la inflamación, por lo que su toma nos hará sentirnos menos hinchados.

Y hacer la propia infusión no puede ser más sencillo. Simplemente debes pelar la piña, es decir, quitar la dura cáscara que protege el interior, la fruta como tal. Lávalos bien para quitar cualquier resto y ponlas a hervir con una rama de canela a fuego lento y sacando el jugo a las cáscaras con un palillo o tenedor o lo que mejor te venga.

A la media hora, retíralo del fuego, deja de repose, retira las cáscaras y la canela, cuélalo si lo consideras necesario si crees que puede haber algún resto y ya está.

Y lo dicho, aprovecha también la pulpa para tener una dosis natural de fructosa y así evitar el azúcar, que es uno de los alimentos prohibidos. Toma tres tazas al día y pronto verás los beneficios.