Un traje es un conjunto de prendas que son difíciles de lavar, muy delicadas y que, por su precio, conviene no estropear. Por eso la opción más habitual es acudir a una tintorería, para que personal especializado y con equipos de primera calidad para la limpieza en seco se encarguen de las prendas y que sean bien cuidadas.

Ahora bien, hay personas que tienen varios trajes y que están obligadas, por el sudor y el desgaste del día a día, aparte de por posibles manchas, a ir lavando con mucha regularidad las prendas y el gasto en tintorería pasa a ser elevado.

Pero si se sabe cómo y se tiene cuidado se puede lavar un traje en la lavadora. Pero si no te fías de la máquina del todo, también puedes hacerlo tú mismo a mano y sin necesidad de herramientas muy especializadas. Te contamos cómo.

Los pasos

Lo primero de todo sin duda alguna, y es uno de los pasos que menos se suelen hacer, es mirar la etiqueta interior de las prendas. Ahí viene si se puede meter a la lavadora o no, la temperatura y el tipo de tejido.

Una vez conocido eso es bien fácil lavar un traje. Tras conocer sus características, llena un barreño o un balde con agua tibia y agrega un tapón de detergente líquido. Es importante que sea líquido, porque en polvo puede quedarse algún pegote en la prenda.

Remueve hasta que se haya formado espuma y el jabón haya quedado bien mezclado con el agua y pon el traje. Frota con mucho cuidado las manchas y también las zonas más sensibles, como las axilas y la espalda. Una vez esté lista la prenda y se hayan ido los malos olores también, hay que enjuagarla con agua fría. Importante no usar nunca agua caliente.

Después solo queda secar las prendas. Para ello lo más importante sin duda es que no las arrugues de ninguna manera, es decir, no la estrujes como una bayeta o una camiseta sabiendo que luego la vas a planchar. Ponla sobre una toalla y con cuidado ve quitando toda la humedad que puedas. Por último, tiéndela, pero jamás de las cuerdas, siempre hay que hacerlo en una percha para que mantenga su forma original. Le costará secarse generalmente porque tiene más humedad al no haber centrifugado, pero ya estará lista para un nuevo uso.