Desde bien pequeños los niños y niñas tienen que ir aprendiendo la importancia de que ordenen sus juguetes, sus pertenencias y su espacio. Y es muy importante cuándo se haga y, sobre todo, cómo se haga para que los pequeños aprendan qué tienen que hacer y por qué.

Más allá del aspecto estético y de que tener una casa ordenada da tranquilidad, también les hace sentirse útiles, mejora su autoestima y ven que tienen más autonomía, por lo que las ventajas son muchas.

Para que los niños aprendan la importancia del orden son fundamentales dos aspectos: comenzar con el aprendizaje tempranamente y predicar con el ejemplo, como explica Ikea en su nueva guía.

La edad, clave

Los expertos en psicología infantil coinciden en que cuanto antes empiecen a recoger sus juguetes y sus cosas, más fácil será para ellos asimilarlo como un hábito. Al principio, con dos o tres años, no entenderán por qué se les pide hacer esa tarea, pero puedes ayudarles a que vayan acostumbrándose a hacerlo. Lo principal es que vosotros también seáis ordenados. A esta edad los niños copian todo lo que ven y escuchan a su alrededor con mucha rapidez y facilidad. Si os ven como ejemplos, tomarán conciencia.

Organizar en cajas les ayuda. Freepik

Por otro lado, se puede hacer de esta tarea un juego o cantar canciones para este fin. Les ayudará a entender mejor que tienen que recoger sus juguetes cuando acaban de jugar. En un principio podéis ayudarles a recogerlos y explicarles donde deben colocar cada cosa, pero con el tiempo es importante, que, aunque no recojan todo en el momento, no lo hagáis vosotros, porque se acostumbrarán a esa comodidad.

También es muy importante que tengan muebles adaptados a su edad, porque necesitan un espacio propio y correspondiente a sus necesidades.

Cajas y organizadores

Es un hábito que deben coger desde edad temprana. Ikea

Ya sabemos que los niños no paran y más cuando son pequeños. Por eso es necesario que cuenten con una zona de juego donde dejar volar su imaginación y esparcir con libertad todos sus juguetes. No es negativo que lo hagan, siempre y cuando los recojan una vez termine la hora de jugar. Para ello, debes facilitarles lo máximo posible la recogida con baúles, cajas o armarios destinados únicamente para sus cosas.

Además, cada caja debería tener un solo usopara que ellos puedan distinguir mejor donde poner cada cosa. También puedes etiquetar con algún dibujo sencillo las cajas, si todavía no saben leer, para que las reconozcan a simple vista. ¿