De vez en cuando es necesario limpiar la pantalla tanto del ordenador como de la televisión para evitar que la suciedad se acumule y que nos fastidie la visión. A todos nos ha pasado ver una mancha que nos produce una mala sensación porque lo último que queremos es que la pantalla del ordenador o la televisión.

Hay que hacerlo de vez en cuando, porque además también se va acumulando el polvo, que se puede colar por dentro y que puede incluso llegar a fastidiar los componentes internos. Hacerlo es bien sencillo, pero es cierto que hay que conocer la técnica correcta y los ingredientes y materiales a usar para que no se dañe y que quede a la perfección.

Lo que necesitas

Esto es primordial porque hay que utilizar productos adecuados para tratar cosas que son tan delicadas y que se pueden dañar. Y por supuesto, ten en cuenta que se venden en tiendas especializadas kits de limpieza específica, pero no hace falta usarlos ya que con cosas que tenemos por casa será más que suficiente.

Y otro aspecto a tener muy presente es que, para maximizar la seguridad y aparte facilitar la limpieza hay que apagar las pantallas, sean las que sean. Primero, porque siempre es más seguro, aunque no tiene por qué pasar nada. Y segundo, porque con la pantalla totalmente negra y no llena de centenares de colores distintos es mucho más fácil ver si queda perfecta la limpieza o no.

Pero yendo a lo concreto, necesitarás un alcohol de farmacia, de porcentaje cercano al 100%, paños de microfibra (que se pueden encontrar en cualquier supermercado) y un poco de agua destilada.

La limpieza

Haz una mezcla con tres partes de agua destilada y el resto de alcohol y aplica con delicadeza por la pantalla y no de forma directa, sino aplicando por el paño de microfibra porque son superficies que no se deben mojar demasiado. Y si lo que quieres es hacer una limpieza a fondo, puedes aprovechar para pasar esta fórmula para las partes exteriores.

Para el interior, como ya te contamos en el artículo de cómo limpiar un teclado, lo mejor es hacerse con un bote de aire comprimido, ya que su fuerza hará que salga todo el polvo y las motas de suciedad con facilidad.

Para acabar, dos consejos. Uno es que siempre lo hagas con mucho cuidado porque son delicadas y el segundo, que lo hagas de arriba a abajo para evitar trabajar dos veces.