A la hora de decorar un hogar hay millones de formas distintas y de combinaciones. Es un rico mundo que consigue que cada casa sea única e irrepetible en el mundo, lo que le da un toque muy especial y único.
Ahora bien, de normal hay unas normas no escritas que se suelen cumplir a rajatabla y que es difícil salir de ahí. Y una de ellas es que los cuadros han de estar colgados de la pared sin más elementos que un adhesivo especial o un gancho acoplado a la pared tras un agujero.
Pero hay una manera muy sencilla de hacerlo de forma diferente, sin perder ni un ápice de estilo, que le dará un ambiente inigualable a tu hogar y que es muy fácil de poner en la casa. De hecho, es uno de los productos de la amplísima gama de la cadena sueca que más opiniones positivas y estrellas reúne, por lo que a los clientes les encanta.
Multitud de posibilidades
Mosslanda es una línea de estantes para colgar los cuadros y que no se caigan que está triunfando. "Aporta un toque acogedor a tu hogar exponiendo cuadros y objetos con un significado especial. Este estante te lo pone fácil a la hora de mostrar lo que te gusta y, si pones varios, podrás disfrutar de una pared entera dedicada al arte y los recuerdos", explica Ikea.
El diseño está pensado para que no se caigan y que queden con un ángulo perfecto y la forma de cambiar de sitio los cuadros es facilísima porque simplemente están apoyados ahí, nada más.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que, en su versión más barata, que tiene 55 cms de ancho, Ikea recomienda no usar cuadros con más de 45 cms de alto porque no quedarían bien estables.
Lo mejor de todo es que caben varios tipos de cuadros distintos y la gama de colores que tiene, que le da un montón de posibilidades para jugar con la decoración de la casa. Son en concreto nogal, abedul, blanco, blanco efecto pino teñido, negro y rosa claro.
Esta versión, que es la más popular, cuesta tan solo 6 euros, aunque hay otra de 115 cms que tiene un precio de 12 euros, que también puede ser una gran solución para el hogar.
