Muchas veces hemos hablado de las características de los perros, los reyes de las mascotas en España y en gran parte del mundo. Hay varios rankings, como por ejemplo las razas españolas más populares, aquellos a los que les encanta el agua, los que más y los que menos ladran, los que más pelo sueltan, los más nerviosos...

La lista es muy larga. También hemos hablado sobre algunos aspectos de la conducta y que son generales para todos los perros, como por ejemplo los pros y contras de dejarle dormir en tu misma cama o cómo educarles cuando son cachorros para que se comporten bien.

Cuando son pequeños hay que vacunarles contra ciertas enfermedades, pero también hay que tomar una decisión, que es muy personal y generalmente complicada de tomar, y es si vamos a castrar al perro macho o hembra e impedir que pueda tener descendencia. No es una determinación sencilla, ya que tiene sus puntos a favor y en contra, los cuáles te vamos a desgranar.

Los puntos a favor

  • Falta de descendencia. Es uno de los más obvios. Si tienes una perrita y en el parque o en cualquier circunstancia la preñan te tienes que hacer cargo de los cachorros y no todo el mundo está preparado para ello por conocimientos, tiempo y dinero.
  • Más tranquilidad. Los perros, sean machos o hembras, tienen alteraciones hormonales. La castración hace que los comportamientos derivados de esa situación desaparezcan, por lo que se mostrarán más tranquilos. De hecho, hasta se perderá casi con toda seguridad el hábito del marcaje y la agresividad bajará.
  • Más cambio en las hembras. Las hembras tienen el celo cada cierto tiempo, por lo que manchan y hay que tener cuidado. Además, pueden sufrir embarazos psicológicos que ya no tendrán. También se previenen los tumores en las mamas.
  • Prevención de enfermedades. Todas aquellas que estén relacionadas con el aparato reproductivo del animal, sea macho o hembra, se reducen significativamente.

Los puntos en contra

  • Tendencia a engordar. Los cambios hormonales suelen provocar que tengan más hambre, así que hay que controlarles la dieta y además hacer que se muevan más.
  • Complicaciones en la operación. Es una intervención quirúrgica y como tal puede haber complicaciones o infecciones.
  • Otras enfermedades. Algunas se previenen, pero otras, que son más físicas, pueden aparecer con más frecuencia. Algunas de ellas son la displasia de cadera o la rotura del ligamento cruzado craneal de la rodilla.
  • Reacción curiosa. Los machos se pueden mostrar curiosos con el aparato reproductor de los no castrados, lo cual no les gustará. Puede haber agresividad.
  • El precio. Supone un desembolso importante. En machos ronda los 150 euros (de media, puede ser mayor y menor) y los 250 en hembras.
  • Ir contra su propia naturaleza. Ese argumento es muy personal de cada uno, pero hay personas que opinan que va en contra de su naturaleza y que es una alteración de su vida excesiva.