Aunque se suele tener cuidado hay veces que no se puede evitar que los pies huelan mal y, por tanto, que los propios zapatos, zapatillas o casi cualquier calzado que llevemos se vea afectado por este problema que, además, es mucho más común de lo que te imaginas.

Hay muchos factores que influyen. El primero, sin duda, es la propia persona. Las hay que son más propensas a sudar y otras que menos, algunas a las que el sudor no les huele o muy poco y otras con un olor corporal más fuerte. Y los pies no escapan a este problema y más cuando están encerrados.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es que cada calzado tiene unas características concretas en cuanto a transpiración y materiales que también pueden ocasionar que retengan mucho mejor el sudor o, en cambio, lo saquen con mucha facilidad.

¿Qué debo hacer?

La podobromhidrosis o mal olor de pies tiene muchas causas, entre las que se encuentran una mala alimentación, una infección por hongos, trastornos metabólicos o la ingesta de determinados medicamentos. Sin embargo, el más importante sin duda es el tipo de calzado. Si es sintético o con pieles tratadas con agentes químicos no solo expulsa peor el sudor al transpirar menos o nada, sino que además retiene el sudor.

Para eliminar el mal olor de pies, que puede condicionar la vida cotidiana de las personas que lo padezcan (puesto que evitarán a toda costa descalzarse en público, con lo que no podrán ni ir al gimnasio ni dormir con alguien sin atufarle) los podólogos han elaborado un decálogo de buenas prácticas que pueden eliminar o mitigar el problema.

Es imprescindible mantener una higiene óptima de los pies, lavarlos a diario y secarlos bien, cambiar los calcetines todos los días y se ha sudado mucho incluso dos o tres veces por día, dejar que se airee el calzado tras utilizarlo para evitar la proliferación de bacterias, evitar el uso de zapatos demasiado apretados o que estén fabricados con materiales sintéticos u optar por el cuero, el lienzo o la malla, ya que permiten que los pies respiren mucho más.

Pero si todo esto no es suficiente hay remedios caseros con cosas que todos tenemos en casa. Uno de los más clásicos es echar polvos de talco en las suelas, ya que tienen un gran poder absorbente. Lo mismo sucede con el bicarbonato sódico, que sirve para prácticamente todo. Y quizá te parezca extraño quitar sudor líquido y mal olor con más líquido, pero es muy eficaz usar alcohol de 96º, el de desinfectar.