Hay que limitar la cantidad de azúcar que tomamos al día, especialmente la del refinado, que no es nada sano y, además, sí que es adictivo. Aunque es verdad que endulzar nuestra vida es uno de los mayores placeres, no es menos cierto que solo hay que hacerlo de vez en cuando para no incurrir en problemas de salud como la obesidad o la diabetes.

En los últimos años ha habido un boom de sustitutivos del azúcar, unos más naturales que otros, pero que van mucho más allá de la sacarina, que de hecho hasta está perdiendo terreno. Stevia, sirope de arce, sirope de agave... son solo algunos de los nombres que cada vez son más comunes porque sirven para endulzar sin calorías y para eliminar el azúcar.

Pero hay uno que es de los que más triunfan, que consumes bastante más de lo que crees de normal porque está presente en varios alimentos y es el eritritol, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

¿Qué es y dónde se encuentra?

Es un edulcorante que, en resumen, es un alcohol de azúcar. Explicado de otro modo, se genera de forma natural a través de la fermentación de los azúcares, pero tiene sus diferencias.

Se encuentra además en productos que seguro que has consumido alguna vez, como por ejemplo los alimentos sin azúcar o indicados para diabéticos, los refrescos light o los chicles sin azúcar.

Sus ventajas

  • Para diabéticos está muy indicado, porque es de absorción lenta. Quiere decir que no hay un pico glucémico, sino los niveles de glucosa en sangre aumentan poco a poco.
  • No tiene nada de calorías y logra endulzar. Así que, ideal para perder peso.
  • Posee un poder edulcorante que no llega al del azúcar por muy poco. Es decir, muy similar y mucho más sano.

El azúcar, sea moreno o blanco refinado, es perjudicial. Freepik

Sus inconvenientes

  • El principal inconveniente es que al ser un fermentado de azúcar es común que se generen gases e hinchazón, lo cual es una sensación desagradable. El caso es que las enzimas digestivas no pueden degradar los fermentados.
  • De todos modos, los microorganismos sí que pueden convertirlo en azúcares más simples, pero implica que aumente el número de estos microorganismos, lo cual para personas sanas y sin problemas digestivos regulares está bien, pero no es demasiado recomendable para gente con patologías o propensas a tenerlas.
  • No es saciante. El azúcar hace que se liberen hormonas de la saciedad, pero eso no sucede con el eritritol, por lo que seguiremos teniendo hambre y podemos pecar después picoteando o comiendo demasiadas cantidades.