En la mayoría de casas contamos con puertas de madera, bien sea maciza, de virutas o hecha con cualquier otro método. El caso es que es un material muy natural, precioso y que queda perfecto en cualquier hogar y con cualquier decoración prácticamente, pero sí que es verdad que necesita de unos cuidados especiales para que no se eche a perder o se pudra.

No es lo mismo limpiar la madera que otros materiales que tenemos en el hogar y las puertas suelen ser elementos bastante críticos porque, en primer lugar, nos solemos olvidar de ellas. Y segundo, porque necesitan elementos especiales de limpieza y unos conocimientos básicos.

Aunque en el mercado existen productos específicos de limpieza para todo tipo de materiales y superficies, los trucos de toda la vida siguen siendo más naturales y muy, muy efectivos. Esos que siempre han funcionado y que siguen siendo tendencia. Y en el caso de limpiar las puertas y además sacarles brillo no hay nada como emplear uno de los ingredientes clásicos de la limpieza como es el vinagre.

Los pasos a seguir

Ahora bien, antes de pasar a la propia limpieza hay que tener en cuenta un par de cosas. La primera, que es mejor dejarlas para el final, que sea la última tarea de todas. El motivo es que es posible que retiremos el polvo de las puertas, nos vayamos a los muebles, lo movamos y acabe de nuevo en la puerta. Y lo segundo, que antes de limpiar hay que quitar precisamente el polvo.

Para ello hazte con un plumero o un paño de microfibra y retira con mucho cuidado y suavidad el polvo. Y una vez hayas terminado, mezcla una parte de vinagre por tres de agua en un pulverizador en spray y rocía con cuidado con un paño. Cuando hayas acabado y esté todo listo, seca con otro paño.

Y si hay manchas que son muy persistentes o si simplemente odias el olor a vinagre porque es demasiado fuerte, puedes agregar limón a la mezcla, lo cual le dará aroma y más poder limpiador.

Para finalizar, otro truco de los de toda la vida, de los que siempre han funcionado, y es que como ya te contamos puedes abrillantar los muebles de madera, y por tanto también las puertas, con un poco de aceite de oliva. Tanto es así que hay personas que incluso agregan un poco a la mezcla de agua y vinagre.