Posiblemente pienses en un armario para la ropa y se te venga a la mente de primeras que te va a costar tres cifras como mínimo. Es decir, más de 100 euros. Y eso siempre y cuando no sea muy grande y tampoco sea premium de calidad.

Pero hay otras opciones mucho más baratas y una de ellas se la ha sacado de la manga Ikea, que es especialista no solo en artículos sorprendentes, sino también en soluciones muy económicas para el hogar.

El caso es que se ha sacado de la manga un armario por tan solo 12 euros. Sí, como lo lees, solo cuesta 12 euros y por supuesto es uno de los más vendidos de la cadena sueca de muebles, decoración y productos para el hogar. Ahora bien, tiene sus pormenores.

Ideal para las prendas de fuera de temporada

Como habrás podido imaginar, para que cueste 12 euros debe tener truco. No es un armario al uso, de los que todos tenemos en casa con su estructura de madera o de otros materiales que la simulan e incluso difiere en la forma. Pero el fin último, que es guardar ropa, lo cumple con creces.

Tiene forma de trapecio y lo que lo hace tan especial y barato es que está realizado de plástico de polipropileno, un material muy resistente. Al no ser de madera permite que sea transportado cuando lo deseemos y que nos lo podamos llevar incluso de vacaciones.

El armario Vuku ha marcado tendencia.

El armario Vuku ha marcado tendencia. Ikea

En definitiva, es un armario que no es rígido, que cuenta con una puerta cerrada con una cremallera y que en cierto modo se asemeja a una tienda de campaña (de hecho la propia Ikea asegura que trabaja con proveedores de este tipo de productos). Viene con una barra para colgar ropa y dos ganchos, por lo que podrás poner la ropa que quieras, colgada eso sí.

¿Y por qué triunfa tanto? Pues aparte de por su precio, porque es ideal como armario de apoyo en caso de que nos falte espacio y, sobre todo, para mantener libre de arrugas, de malos olores, de humedades y de toda amenaza la ropa, con especial incidencia en aquella que es de fuera de temporada. Así, puedes guardar en un trastero o un rincón de forma fácil la ropa de invierno cuando sea verano y viceversa.