Cuántas veces habrás comprado una prenda y cuando has visto la etiqueta llena de símbolos te ha venido a la mente el mítico meme o chiste que dice: "Dáselo a tu madre que sabrá lo que hacer". Realmente no es tan difícil interpretar los símbolos, aunque al principio pueda ser algo agobiante.

Una de las grandes premisas es que hay que leer bien la etiqueta y seguirla para no dañar las prendas. Nadie mejor que el fabricante conoce el tejido o tejidos que se han empleado, qué características tienen y, por tanto, cómo se deben tratar a la hora de lavar para evitar que se dañen o que su vida útil se vea muy mermada.

Por eso, es de vital importancia respetar todo aquello que ponga en la etiqueta. Así no solo se conseguirá que la ropa o lo que sea que se lave quede perfectamente higiénica, sino que además estará bien cuidada, que es lo que se busca. Hay prendas que no pueden superar cierta temperatura, otras que necesitan una más alta, algunas no deben ir a la secadora y otras no deben ser planchadas a mucha potencia. Y toda esa información la da en la etiqueta mediante una serie de símbolos.

La tabla perfecta

Estos son los símbolos de lavado. Maestros del planchado

En 'Maestros del planchado' han elaborado una tabla que ayudará mucho a deducir qué significa cada elemento. El lavado en sí usa un símbolo de un cubo con una raya que simboliza el nivel del agua. Si hablamos de temperatura, dentro estará el número máximo que soporta la prenda y, si no, estará con puntos. 1 significa agua fría y 6, a 95º. Si debajo no hay ninguna raya es que se puede poner un ciclo normal y, si hay dos, uno especial o muy delicado. Si está tachado indica que no se puede lavar y, si hay una mano, que solo se debe hacer a mano, lógicamente.

En cuanto a la secadora, es más de lo mismo. Las rayitas debajo indican lo delicado que debe ser el programa, lo tachado que no se puede y los puntos o la temperatura, lo máximo que soporta.

En secado cambia un poco, porque sí que indica, dependiendo del símbolo, si se debe tender normal, escurrir, tumbar, ponerlo a la sombra, no secar o no retorcer.

Sobre los blanqueadores, indica si se puede usar lejía y, en caso de que sí, si puede contener cloro o no. Y por último, para la limpieza en seco, indica factores como si se puede o no y los disolventes prohibidos, pero esto suele estar destinado solo a profesionales.