Hacer tortilla de patatas es como jugar al póker. La teoría es más o menos sencilla, pero luego llevarla al máximo nivel o a la excelencia es bastante más complicado.

De primeras es preciso recalcar que para gustos están los colores y las tortillas de patata siempre están en los eternos debates, igual que el Cola Cao o el Nesquik, si la playa o la montaña o la carne hecha o poco hecha. En este caso hay dos grupos bien diferenciados, que son aquellas personas que consideran la tortilla perfecta cuajada o poco cuajada y los que emplean cebolla pochada y los que no.

También los hay puristas que consideran que como mucho debe tener cebolla, huevo y patatas, mientras que hay otros que se atreven con otros ingredientes que también le dan mucho carácter y personalidad. En el gusto está la virtud.

Pero te guste como te guste la tortilla de patatas, más o menos cuajada, es necesario saber cuánto se debe emplear para que quede perfecta y jugosa, con una proporción con respecto a las patatas que sea clavada. Mucho huevo y poca patata llega a ser hasta desagradable y, al revés, se convertirá en una pasta casi incomible.

Las proporciones perfectas

Cada maestrillo tiene su librillo, pero sí que es verdad que hay unas proporciones que están consideradas como estándar y si bien son algo cambiantes, gramo arriba o gramo abajo, es lo que se estima adecuado.

También hay que tener en cuenta la variedad de la patata. Hay algunas que son muy harinosas y no son muy indicadas porque absorberán demasiado aceite y se quedarán muy pastosas y blandas. Y es preferible emplear patata vieja a patata nueva, ya que suelta menos almidón.

De todos modos, la proporción más extendida indica que por cada kilo de patatas empleado (pesado con piel) es de 8 huevos, siempre y cuando lleve cebolla. Si no la tiene se puede reducir un huevo, hasta los 7.

Otra forma de medir menos exacta pero que también te puede servir es emplear un huevo por cada patata de tamaño de puño. ¿Qué significa? Que si empleas patatas muy pequeñas, un huevo cada dos y, si es al revés, dos huevos por cada patata gigante. Por cierto, huevos talla M.