En estos tiempos en los que el bolsillo está más que resentido por la subida generalizada de precios, la inflación, la crisis energética y los carburantes, debemos intentar ahorrar en la medida de nuestras posibilidades.

Un grano no hace granero ni una montaña se escala en una hora. Por eso hay que tener en cuenta que pequeños gestos hacen mucho, que cada detalle cuenta a la hora de ahorrar dinero en casa y más ahora que la factura está por las nubes.

Ya te hablamos por ejemplo de cómo ahorrar a la hora de poner la calefacción, de cómo usar de manera más eficiente tanto el lavavajillas como la lavadora, cómo salvar unos euros a la hora de cocinar o reglas muy sencillas para guardar dinero cada día o cada semana y que luego podemos emplear para tapar agujeros o pegarnos unas buenas vacaciones, que tampoco viene nada mal. El caso es que si tenemos dinero lo acabamos gastando, pero si lo apartamos pronto ahí lo tendremos.

El 25% de toda la casa

No es un gesto y no es una gran inversión. Es algo que te costará bien poco tiempo y que bien pronto notarás en tu factura y es cambiar todas las bombillas de casa por unas LED. Es un consejo muy básico y que seguramente hayas escuchado. Y hay personas que lo tienen decidido, pero siempre y cuando ya sus bombillas tradicionales o de bajo consumo hayan terminado su vida útil. Pero no, no esperes más y hazlo ya.

Los electrodomésticos gastan más o menos en función de sus características o de su uso y es un porcentaje importante del gasto energético de un hogar, pero otro porcentaje muy significativo, concretamente el 25% aproximadamente, responde únicamente a la iluminación.

Los cálculos hechos por estudios y por profesionales indican que el ahorro puede llegar a suponer entre un 80% y un 90% por cada una de las bombillas. Si se estiman diez bombillas y una misma potencia, el ahorro puede variar entre los 12 y los 25 euros por mes, dependiendo de las horas valle o las horas pico.

Y no solo el ahorro es considerable con respecto a las bombillas tradicionales, ya que también se mueven en valores similares las halógenas y los fluorescentes, aunque en estos casos es verdad que el tiempo efectivo que están encendidos suele ser bastante menor, aunque dependerá de cada hogar.

¿Qué pasa con las de bajo consumo?

Las de bajo consumo son una gran opción y son casi tan eficientes como los LED, pero tienen un par de diferencias que le hacen ser una peor opción. A tener en cuenta, pero no tan buena como los LED. Lo primero, porque su potencia no es igual y, de hecho, es inferior, lo que te puede hacer que uses más. Y lo segundo, su vida útil se sitúa en torno a las 8.000 horas, mientras que unas LED llegan a 40.000 horas fácilmente.