Tenemos en nuestras vidas los smartphones que nos acompañan a todos lados, los smartwatches, las smart tv... Ahora llegan las smart ropes. Si tu nivel de inglés es medio o alto posiblemente ya sepas de qué producto estamos hablando y de sus funcionalidades, pero si no que sepas que la tecnología evoluciona tanto que hasta los aparatos para hacer ejercicio se adaptan a los nuevos tiempos y nos hacen la vida más fácil.

En un artículo ya te hablamos de los beneficios saltar a la comba. Cuando éramos niños solíamos hacerlo por diversión y es una de las rutinas de entrenamiento más completas porque se ejercitan decenas de músculos al mismo tiempo, no es demasiado agresivo con las articulaciones, no se necesita nada más que una cuerda y espacio y, sobre todo, porque 10 minutos de cardio con una cuerda equivalen a 30 minutos corriendo. Una maravilla.

Muchos atletas de élite la usan, lo mismo que los boxeadores, todos aquellos que quieren mejorar su capacidad aeróbica y anaeróbica e incluso personas que simplemente quieren perder peso y de paso ejercitar, sobre todo, el tren inferior. En concreto, los gemelos y los sóleos salen muy bien parados.

Ahora bien, en un ejercicio de tantísima intensidad y que es cansado bastante tenemos con sufrir y hacerlo lo mejor posible sin caernos como para aun encima estar contando con la cabeza repeticiones o segundos con la cabeza. Para eso han llegado las smart ropes y sus ventajas.

Comba sin cuerda, aunque no te lo creas

Todas las combas inteligentes (traducción literal de smart ropes) tienen la particularidad y la gran ventaja de que poseen una pantalla que te indica el tiempo y las repeticiones, pero también suelen incluir, por ejemplo, un contador de calorías.

Además, algunas más caras suelen ir conectadas a alguna app, por lo que se monitorea la actividad y queda registrada, lo que mejora considerablemente los entrenamientos porque puedes ir alcanzando hitos e ir viendo a través de los datos la mejora personal.

Un ejemplo de smart rope con cuerdas extensibles.

Pero una de las grandes ventajas y por las que revoluciona tu ejercicio es que no tienen cuerda si no quieres. El sistema de conteo de saltos se lleva a cabo mediante el movimiento de las manos, por lo que no necesitarás cuerda para hacer ejercicio, lo cual para pisos o días de mal tiempo es un puntazo.

Ahora bien, si sí que quieres cuerda no te preocupes, porque vienen recogidas dentro de los mangos y solo debes sacarlas, extenderlas hasta la largura que quieras (dependerá de tu altura principalmente) y unir ambos extremos con un sencillo mecanismo. No te llevará nada de tiempo y sin dificultad alguna.

Y dirás que posiblemente sean caras. Pues no, quítate esa idea de la cabeza rápida. Las profesionales sí que es verdad que se pueden ir hasta los 70 euros, pero tienen una conectividad y un análisis de datos espectacular, pero las básicas y que te servirán a la perfección arrancan desde solo 15 euros.