Para muchos está considerado el mejor Capitán América que ha habido y habrá. No solo por sus dotes de actor, sino también por el físico tan imponente y fuerte que mostró en las películas de Marvel, lo que le hacía un superhéroe creíble. No hubiese pegado ni mucho menos un Capitán América flojo, demasiado delgado o con un kilos de más y sin nada de musculatura, así que Chris Evans se puso manos a la obra y aunque fue una tarea para nada sencilla consiguió grandes resultados en un periodo más bien corto de tiempo para lucir como un auténtico superhéroe.

Evans contaba con un buen físico, pero demasiado delgado. Necesitaba ganar mucho músculo y ahí emergió la figura de Simon Waterson, un famoso preparador de famosos de Hollywood que fue su sombra cada día tanto de cara a los entrenamientos como con la alimentación. De hecho, tan dura fue su rutina diaria que hasta pensó en abandonar y renunciar al Capitán América, pero persistió e insistió.

Dieta proteica

Lo que hay que dejar bien claro es que no solo hace falta entrenar mucho y bien, sino por supuesto combinarlo con una alimentación adecuada y para ganar músculo había que cumplir varias premisas. Una de ellas era consumir dos gramos de proteína por cada kilo de peso, que es una cantidad muy elevada.

Otro punto clave a seguir era hacer seis comidas al día y no cinco como es lo habitual y sin tanto control de las calorías porque lo que necesitaba era precisamente ganar peso y a la vez mucha masa muscular. Ahora bien, con alimentos controlados.

Desayuno

Debía ser muy fuerte, pero a la vez sano. Por eso solía optar por una sopa de avena, que contaba con bebida de almendras, plátano, nueves, pasas, yogur desnatado y, por supuesto, avena.

Almuerzo y merienda

Según explicó, las pechugas de pollo estaban muy presentes en su dieta, lo mismo que el pepino o las ensaladas, pero también el atún o las claras de huevo por su alto poder proteico. Por eso, un producto recurrente fueron las hamburguesas de atún con verduras.

Cena

Casi siempre pollo y casi siempre en forma de pechugas para que fuera más sano. Siempre acompañado de vegetales y caldos bajos en sodio y sal, aunque a veces se incluía un poco de arroz.

El entrenamiento con mucho peso y pocas repeticiones fue clave para el actor.

El entrenamiento

Estaba basado en un principio muy claro para ganar rápidamente masa muscular: mucho peso y pocas repeticiones. Y también se cumplía una máxima que debemos tener muy clara en nuestros entrenamientos personales, que es no repetir grupo muscular en días consecutivos. Es decir, si un día se hacía trabajo específico de pierna, al día siguiente no se hace pierna.

El método HIIT fue su aliado para el cardio por ser de muy alta intensidad por periodos cortos de tiempo en bicicleta o cinta de correr, pero también combinando con otros ejercicios de fuerza como las sentadillas.

Y en cuanto a los ejercicios propiamente destinados para ganar masa muscular, se centró en pecho, hombros, espalda y brazos principalmente.

Pero sobre todo recuerda que la rutina de Chris Evans fue muy intensa y muy dura y que no todo el mundo está preparado para llevarla a cabo y también que contó en todo momento con asesoramiento profesional, por lo que si quieres mejorar tu condición física deja que te guíe de forma segura una persona formada específicamente para ello.