Comer pizza es uno de los grandes placeres para muchas personas, una delicia. Sea comprada, pedida a domicilio o hecha casera todas tienen sus encantos. Ahora bien, es muy normal que acabe sobrando porque es una pieza considerable generalmente y a veces nos llenamos antes de que se termine.

Esta 'cheat meal', si bien está buenísima, también tiene un problema y es que, al contrario que algunos platos como lentejas o tortilla de patata, de un día para otro no mejoran. De hecho, lo más normal del mundo es que se quede como una piedra y, sobre todo, que al recalentar los trozos que nos han sobrado nos quede gomosa.

No es el fin del mundo, porque sigue estando buena, pero esa sensación crujiente y perfecta como si estuviera recién hecha se habrá perdido. O no, siempre y cuando sepas cómo hacerlo.

El primer impulso que tienen muchas personas hambrientas al día siguiente es meter los cachos de pizza sobrantes al microondas hasta que estén calientes y, al cabo de unos segundos, comenzar a comer. Pues es un error y el motivo por el que se queda como una goma.

El mejor método

La mejor forma de recalentar una pizza es en el horno, aunque tiene sus desventajas. Los pros están claros y es que la pizza quedará como recién hecha, por lo que podrás disfrutar de todo su sabor pese a que hayan pasado horas desde su cocción. Ahora bien, el horno hay que precalentarlo y es un gasto en la factura considerable que, si tienes poca pizza, es posible que no te merezca la pena.

De todos modos, para recalentar la pizza deberás poner el horno a 180º y cuando esté a temperatura mete la pizza en la rejilla durante 10 minutos, aunque puede ser alguno menos si es de masa fina y el queso se derrite y gratina de nuevo.

¿Una solución más barata?

Sí, la hay y es emplear una sartén. Quizá te suene extraño, pero logra mejorar la consistencia de la masa, que es lo más "frágil" en este proceso y además calentar la pizza. Solo tendrás que poner la pizza encima de la sartén sin aceite ni nada a fuego medio durante unos dos o tres minutos y después echar unas gotas de agua en la sartén y tapar. El vapor de agua ayudará a calentar la pizza y a que quede de lujo.