Hay una corriente muy importante de pensamiento que piensa en la salud y también en el bolsillo que asegura que es positivo tomar el aceite que contienen las latas de atún en conserva. Si hemos pagado por él más precio, ¿por qué no iba a aprovecharlo? Ese es el pensamiento de muchas personas y en ese aspecto razón no les falta.

El atún en lata es una de las maneras más cómodas de consumir este pescado. Tiene una fecha de caducidad muy elevada, es cómodo de consumir, se puede añadir a un montón de platos... Y además se puede comprar de muchas maneras, siendo las más habituales al natural, con aceite de girasol o con aceite de oliva.

Por si fuera poco, tiene muchísimas proteínas y es muy saludable por su bajo nivel calórico. Pero no es oro todo lo que reluce. Lo ideal es comer bonito del norte, ya que es más sano y si no comprar el atún natural, sin aceite ni nada.

Reutilización contra conservantes

Sin embargo, aunque el aceite de oliva es uno de los grandes tesoros de nuestra gastronomía y está demostradísimo que es muy positivo para nuestra salud, el gran problema que tiene en estas latas es que para que duren más tiempo suelen contener muchos conservantes y sal, lo cual eleva el índice calórico.

Por eso, para una ensalada o para según qué platos hay muchos nutricionistas que prefieren descartar el aceite de las latas de atún y que lo sustituya por uno virgen extra. Sin embargo, otros consideran que es un error porque está demostrado que el sabor no cambia lo más mínimo y porque debemos educar a la sociedad en la reutilización del aceite.