Los hongos en los pies son molestos y conviene eliminarlos cuanto antes por nuestra salud. Técnicamente se trata de la infección micótica de la lámina ungueal o el lecho ungueal y se puede observar porque las uñas se deforman y adquieren un tono diferente, a veces amarillento y otras blanquecino. Y además, es muy importante erradicarlos cuanto antes porque son muy contagiosos y además generan un olor un tanto desagradable.

Se estima que alrededor del 10% de la población sufre este problema, que se acentúa en personas que tienen tiña en los pies, de edad avanzada, hombres (es más común que en mujeres, pero no escapan a nadie), diabéticos, inmunodeficientes o en gente que haya estado en contacto de algún modo con estos hongos. Por ejemplo, en un vestuario.

Es siempre mejor prevenir que curar así que para que no aparezcan intenta usar un calzado cómodo y que permita la transpiración de los pies y además intenta evitar que estén húmedos durante periodos prolongados de tiempo.

Los remedios

Para tratar los hongos hay productos a la venta en farmacias e incluso en supermercados que están especializados en su eliminación, pero también puedes echar mano de los remedios de toda la vida. Ahora bien, ten en cuenta que nadie te asesorará mejor que tu médico.

Un remedio es utilizar el ajo gracias a dos de sus componentes, que son el ajoene y la alicina, que poseen propiedades antifúngicas. Hay dos formas de aplicarlo y puedes usar la que más te convenza o las dos. Una es hacer una infusión de ajo y sumergir los pies y la más directa es directamente abrir el ajo por la mitad y frotar por la zona afectada.

Una solución con un olor bastante más agradable es usar aceites esenciales. Además, al ser líquidos, conseguirán penetrar mejor en la zona afectada y ser más efectivos. Algunos de los más usados son de lavanda, tomillo, árbol del té, lavanda, orégano u hoja de olivo. Pero una advertencia, si es muy agresivo con la piel, dilúyelo en otro aceite o en un poco de alcohol.

Otro que suele ser bastante utilizado y que suele estar en todas las casas es el Listerine, un enjuague bucal, pero en concreto el clásico, el mentolado, ya que por sus componentes consigue eliminar los hongos. Sumerge el pie durante media hora en esta solución.

Y para el final, el más clásico y efectivo

Sirve para un roto y para un descosido: el bicarbonato sódico. No solo es muy efectivo para la limpieza del hogar, especialmente combinado con vinagre, sino también para los hongos de los pies. Debes diluirlo en agua y sumergir la zona afectada, pero ojo, mucho cuidado porque es un componente muy agresivo con la piel y la puede resecar en exceso e incluso irritarla.

Pero recuerda, lo mejor en estos casos es que acudas al médico o a la farmacia y que te ayude un profesional con este problema que es necesario atajar cuanto antes.