Es más que normal que con el paso del tiempo nuestro ordenador vaya más lento y realmente tampoco sabemos por qué y lo achacamos a la vejez del dispositivo. En verdad es así, pero también se van sumando pequeñas cosas que al final acaban por desgastar el PC.

Llega un punto en el que abrir una carpeta o simplemente encender el ordenador ya nos lleva incluso minutos, lo que acaba por desesperarnos y ralentizándonos en algo importante que debemos hacer. Así que podemos empezar por llevar a cabo pequeñas acciones que nos pueden ayudar a mitigar ese problema y que funcione mejor el ordenador.

Pequeños trucos

Uno de los más sencillos, especialmente útil para el arranque del ordenador, es que el escritorio esté lo más limpio posible, porque debe cargar cada uno de los accesos directos a los programas, carpetas, etcétera. Si de verdad necesitas tenerlo muy a mano deja alguno, pero un truco muy fácil es agrupar esos accesos rápidos en una misma carpeta en el escritorio, así solo habrá un elemento, que esa esa propia carpeta.

Otro muy fácil y que no te llevará apenas tiempo es que a través del menú o del panel de control (depende de la vejez de tu ordenador) busques programas que no utilizas nunca y crees que jamás volverás a usar o que lo harás en años. Es muy posible que, aparte de gastar memoria, estén ejecutándose en segundo plano y al final la suma de pocos acaba convirtiéndose en mucho. Desinstálalos y la memoria RAM irá más desahogada.

También es necesario comprobar el malware y los virus, uno de los clásicos de los ordenadores. En Windows está instalado de serie el Windows Defender. En su sección de "Protección antivirus y contra amenazas" hay una opción que se llama "examen rápido", aunque también se puede configurar para que sea más completo. Así se detectarán y podrán eliminar las más importantes y dañinas.

Sirve muchísimo liberar cada cierto tiempo espacio en el disco. Para ello, en el buscador de aplicaciones de la barra de tareas solo debes poner "liberador de espacio en disco". En vez de abrirla normal, hazlo como administrador (botón derecho del ratón encima de la aplicación). Solo deberás seleccionar el disco duro y esperar a que te dé la opción de elegir qué quieres quitar y qué no.

Plan de energía

Generalmente, y especialmente en ordenadores portátiles, solemos usar una opción de bajo consumo o equilibrada que afecta a varios factores. En las opciones de energía deberemos seleccionar la de alto rendimiento, pero una advertencia: en los portátiles se come la batería, así que tenla siempre enchufada a la corriente.

Y por último, busca actualizaciones en el sistema, porque mejorarán el rendimiento generalizado. Puedes hacerlo desde el menú, buscando las palabras "buscar actualizaciones". Así de sencillo.

Si todo esto no funciona ya te quedarán soluciones más drásticas. Por ejemplo, guarda todo lo que sea verdaderamente importante en la nube o en un disco duro y formatea el ordenador. E incluso puedes probar a desinstalar e instalar de nuevo el sistema operativo.