La electricidad sigue disparada y no tiene muchos visos de reducirse. Va fluctuando lo que cuesta el megavatio por hora cada día, con jornadas en las que es muy, muy inasumible y otras en las que "solo" es inasumible. Ha llegado a un punto en el que hay tramos horarios que tienen un precio diez veces superior a un año antes, que es una barbaridad de diferencia.

Como por desgracia no podemos hacer nada más que protestar, solo queda hacer lo posible para que el impacto en la factura del hogar no sea excesivo. Y para ello podemos poner en práctica pequeños trucos que, si bien en el corto plazo apenas se notarán, sí que a la larga el ahorro es muy sustancial.

Por ejemplo, ya te hemos contado cómo se puede ahorrar hasta 80 euros al año poniendo la lavadora yendo más allá del consejo básico de que la pongas en las llamadas "horas valle", cuando la electricidad está menos cara. También a qué temperatura deberías poner la calefacción para calentar el hogar y que la factura no se dispare o cómo se puede ahorrar a la hora de cocinar los alimentos.

Y ahora toca el lavavajillas, uno de los electrodomésticos que más luz necesita. La clave está en encontrar el equilibrio entre una limpieza eficaz, en la que hasta los restos más difíciles salgan, y una eficiente para evitar un consumo de luz excesivo.

El mejor programa

Ahí está la clave, en encontrar el punto medio. Programas hay muchos, que van desde el más básico, que es un simple prelavado que no nos sirve para mucho, hasta uno ECO, que es el que más dura, pasando por uno intensivo (o de nombre similar, dependiendo de la marca del electrodoméstico).

Entre medio puede haber uno normal, uno para vajilla delicada, uno de 30 minutos, otro de 90 minutos, un programa rápido que puede durar 15 o 20 minutos...

Lo primero que hay que tener en cuenta es que lo que hace gastar sobre todo al lavavajillas es la necesidad de calentar el agua. Pero claro, ¿vale más un programa más largo con agua más fría o uno más corto con agua caliente?

Para un electrodoméstico con calificación energética A++, el lavado de 30 minutos gasta 0,8 kilovatios por hora (kWh), el programa ECO poco más de 1 y uno intensivo, pese a ser más corto, 1,6. Los programas de media carga dependerá del fabricante, pero no bajará de 1 kWh.

Es decir, la clave para ahorrar es llenar lo máximo posible el lavavajillas, porque ponerlo ya supone un gasto importante aunque sea un programa corto, y emplear un programa ECO, ya que aunque es el más largo es también el más eficiente. Gastará poco y dejará la vajilla limpia. De todos modos, si hay algún resto pegado que no sale, dale un repaso a mano y apañado.