Los gatos es cierto que son animales bastante independientes, que necesitan su espacio y que tienen varias costumbres, como la necesidad de examinar cada rincón de la casa o de arañar alguna superficie, pero pese a ello también son mascotas muy afectivas y que tienen formas de mostrarte su cariño, aunque también es verdad que no son tan explícitos como los perros.

Más de una vez te habrás sentado o tumbado en la cama o en el sofá y tu gato ha ido contigo a enrollarse muy cerca de ti, incluso tocándote. Puede ser encima de las piernas, en la espalda o en la zona de la tripa. No lo hacen por nada más que porque te quieren un montón. Esa razón posiblemente ya la habías podido intuir, pero realmente hay otras que tienen mucho que ver con la propia naturaleza del animal.

Más motivos

Los gatos buscan seguridad en cada uno de sus movimientos. Por eso les gusta explorar detenidamente todo lo que les rodea. Y esa sensación también la van a encontrar en ti, sobre todo cuando ya tienen confianza contigo. Aunque son animales muy atentos, a la hora de dormir bajan la guardia y estar junto a un ser que les proporcione seguridad les hace estar más tranquilos.

Otra razón es que, pese a que la temperatura corporal de un gato oscila entre los 38 y los 39ºC, que es bastante elevada, y que también suelen tener (dependiendo de la raza) un gran pelaje, eso no quita para que les guste el calor corporal, que es el gran motivo por el que se pegan literalmente a ti.

Por supuesto, también está presente un concepto que ya te comentamos en las ventajas y desventajas de dormir en la misma cama con tu gato y es que se refuerza el lazo de unión entre dueño y mascota. De hecho, no hay más que pensar en los humanos, ya que si tenemos frío durmiendo buscamos calor y dormir junto a una persona querida nos da tranquilidad y calma, que es precisamente lo que busca un gato en nosotros.

Ahora bien, mantén la higiene a raya en caso de que le dejes dormir contigo y, si la decisión es que no, acostúmbrale pronto a que no sea así porque se puede sentir desplazado y triste.