Una casa hay que tenerla lo más limpia posible, de eso poca duda cabe, pero hay electrodomésticos y estancias que requieren de un cuidado especial y que siempre deben estar impolutas. Por ejemplo, el baño es un mayor foco de bacterias y es un cuarto compartido generalmente entre varias personas, por lo que es mejor extremar su limpieza.

La cocina no se queda atrás, porque es el lugar en el que elaboramos los alimentos que acabarán dentro de nuestro organismo y lo último que queremos es meter dentro del cuerpo bacterias y suciedad. Ya os explicamos por ejemplo cómo limpiar la campana extractora de humos, uno de los elementos que más grasa acumula de la cocina y que más pereza nos da limpiar.

Y lo mismo puede suceder con la lavadora. Todos queremos que nuestra ropa salga limpia, con buen olor y lista para afrontar un nuevo día, pero el desgaste no escapa a este electrodoméstico, que necesita de algunos cuidados para estar como nuevo. La lavadora está muy expuesta a la humedad, lo cual puede generar molestas manchas o, lo que es peor, moho. Todo eso se puede trasladar a nuestra ropa y hay que ponerle remedio.

Trucos y consejos

Después de terminar una colada es necesario tender la ropa cuanto antes para que la humedad salga y no se queden arrugadas las prendas (o al menos no más de lo que ya están, como es normal). Pero es necesario sacar un minuto de nuestro tiempo para hacer un gesto muy sencillo y que a la larga se agradecerá: pasar un paño limpio para secar el tambor y la goma y dejar la puerta abierta para que ventile y pierda esa humedad.

Pero aunque lo hagamos igual es demasiado tarde o simplemente no es suficiente, por lo que la goma necesitará una limpieza a fondo. Se puede utilizar un producto quitagrasas especializado, pero suelen ser muy agresivos y puedes desgastar en exceso la goma, obligando a cambiarla más pronto de lo habitual.

Para evitarlo hay un remedio casero de los de toda la vida muy eficaz y que solo necesita tres ingredientes, que son 50 ml de vinagre blanco, una cucharada de bicarbonato y un vaso de agua colmado.

Ya tengo la mezcla, ¿ahora qué hay que hacer?

Lo primero e indispensable es eliminar cualquier obstáculo que se haya podido quedar en la lavadora, como por ejemplo una moneda, un botón o un calcetín. Después, con la ayuda de una bayeta, retira al máximo la suciedad y, por último, empapa la goma con la mezcla de vinagre, bicarbonato y agua para blanquear la goma y eliminar esas feas manchas.

La limpieza de la lavadora es fundamental para nuestra higiene.

También se puede meter el líquido en un pulverizador y rociarlo. Sea como fuere, déjalo reposar y que actúe durante unos minutos. Después vuelve a pasar el paño húmedo o lo que sea necesario para eliminar la suciedad, retira los restos y sécalo para que quede como nueva.

¿Y si hay moho?

Si esto no funciona porque el moho ha colonizado la goma de la lavadora la solución sigue siendo muy sencilla porque se vuelven a necesitar simplemente tres ingredientes, aunque en diferente cantidad. Esta vez serán necesario tres litros de agua, un vaso colmado de agua oxigenada y 60 ml de zumo de limón.

El procedimiento es el mismo. Aplícalo a la goma con una cantidad generosa de la mezcla, déjala actuar y pasados unos minutos limpia y seca para que quede perfecta.

Como es muy posible que te haya sobrado una parte de la mezcla, ponla en el cajetín del detergente y pon la lavadora en marcha con un programa largo y con mucha temperatura. Así el líquido penetrará por cada recoveco del electrodoméstico y quedará limpio y casi como para estrenar.