La ropa marca nuestro estilo, nuestro peinado también, nuestras actitudes... También el hogar en el que vivimos dice mucho de nosotros. Puede ser una tarea apasionante plasmar nuestra personalidad y la manera de pensar y vivir en la decoración del hogar, lo mismo que aprovechar cada rincón de la casa, maximizar el espacio disponible e incluso sentir alegría, como se puede comprobar con el método Konmari, uno de los más efectivos a la hora de ordenar la casa.

Ahora bien, también puede ser muy estresante, sobre todo si ves que lo que tenías en tu cabeza no se acaba plasmando en la decoración de tu hogar. Por eso hay que tener muy claros algunos conceptos básicos, unas medidas de mínimos, para que las estancias sean armoniosas, acogedoras y, sobre todo, sin ninguna necesidad de gastarse un pastizal. Sí, los muebles y elementos decorativos son caros de por sí, pero siempre hay niveles y niveles.

Paciencia, la madre de la ciencia y de la decoración

Mira, compara, vuelve a mirar, busca, guarda y no compres hasta que lo tengas totalmente decidido. Las compras intuitivas y rápidas pueden ser un desastre. Imagínate que compras una pintura para el salón y que al final te cuesta una barbaridad casar la decoración con ese color.

Por eso es tan importante la planificación, que irá íntimamente ligada al siguiente consejo. Apúntatelo todo y ten muy presente qué quieres y qué necesitas. ¿Trabajas desde casa? ¿Necesitas una habitación funcional? ¿Sueles tener invitados? ¿Tienes o vas a tener niños? Quizá ese mueble o elemento que no te convencía de primeras puede ser el que te salve.

Armonía y estilo

No quieras hacer un cruce demasiado exhaustivo de modelos decorativos: nórdico, japonés, rústico... Hay elementos que casan entre sí, pero siempre con cabeza. En cuanto a la armonía, la clave es el equilibrio y lo mejor es comenzar por ser "minimalista", en el sentido de ser básico. Eso no quiere decir que pongas pocos elementos, sino que comiences por algo sencillo y poco a poco lo vayas "complicando" un poco más. Tampoco sobrecargues las estancias.

La armonía y el equilibrio son fundamentales. Freepik

Pragmatismo

Especialmente en espacios pequeños es fundamental. La falta de metros cuadrados es un problema, pero también una oportunidad para aprovechar soluciones ingeniosas. Por ejemplo, el hueco de la escalera puede servir de armario, una mesita de salón puede ser un guardaobjetos... La decoración no solo no se resentirá, sino que ganarás espacio, armonía y equilibrio.

Cuida con las tendencias

Un error muy clásico es mirar qué es tendencia, copiarlo o seguirlo y darnos cuenta que en un año o dos ha pasado totalmente de moda habiendo hecho una inversión importante. Es importante seguirlas para darnos una idea de las decoraciones, pero no deben ser dogma. Que sirvan para inspirarte en lo que quieres y crear tu estilo propio.

No desdeñes cortinas o alfombras

Son elementos que a veces pasan por alto y que le dan un montón de vida a un cuarto o al salón de casa, además de que ayudan a que sea más acogedor y a crear sensación de orden y espacio.