Igual que nosotros sentimos frío o calor, las mascotas también. Si nosotros sufrimos, ellas también. Es algo natural y lo más normal del mundo. Ahora bien, nosotros contamos con alguna ventaja que en el caso de un animal no. Por ejemplo, poder elegir las mejores horas para salir a la calle, refrescarnos más a menudo y, sobre todo, a la hora de dar paseos los perros no tienen la protección del calzado.

Ahora que las temperaturas están ya por las nubes y que el calor nos está acechando asegurar nuestro bienestar y el de nuestro perro es muy importante. Igual que nosotros evitamos las horas más calientes para tomar el sol o para salir a la calle, lo mismo deberíamos hacer con nuestra mascota.

Y si no nos queda otro remedio o hay una urgencia hay un truco que ha compartido la Guardia Civil a través de sus redes sociales y que nos debe servir como guía para saber si es demasiado peligroso sacar a nuestro perro a pasear.

El truco no puede ser más sencillo. El asfalto, al ser de color negro si tiene poco tiempo o grisáceo si es más viejo tiene la gran capacidad de absorber calor. Y las aceras, aunque menos, más de lo mismo. Y aunque no necesariamente tengamos que pasear a nuestro perro por el asfalto, es un buen indicativo de cómo está la calle de caliente.

Para ello siemplemente tenemos que poner el reverso de la mano, es decir, no la palma, en el asfalto y aguantar. Si podemos soportar cinco segundos o más el animal no sufrirá ni tendrá problemas para no quemarse debido a su protección natural.

Ahora bien, si nosotros mismos no podemos aguantar ese tiempo, el perro sí que lo pasará mal. Y además eso también indicará que la temperatura ambiental es muy alta, por lo que puede sufrir deshidratación y problemas con el calor.