El azúcar es uno de los alimentos que debemos limitar e incluso erradicar por completo de nuestra dieta y no consumirlo más que de forma natural. En grandes cantidades puede favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares, el aumento significativo de peso, hipertensión, diabetes o problemas bucodentales.

Por eso cada vez la población española está más concienciada con la reducción del consumo de azúcar o, si se ingiere, que sea de forma natural, como por ejemplo en fruta.

El café de por la mañana, el té, unas galletas, un refresco, algo de bollería de vez en cuando, el zumo de caja, los yogures... Parece que no, pero se va sumando poco a poco y al final acabamos excediéndonos en el consumo de azúcar.

Muchas organizaciones y sociedades se están poniendo serias e incluso se va a prohibir la publicidad de dulces para niños, para intentar educar sobre el azúcar. Consumimos demasiado de forma general y debemos reducirlo considerablemente para sentirnos mejor con nosotros mismos.

Por eso os traemos varios endulzantes naturales que puedes agregar a tus platos o bebidas y que no tienen nada de calorías, por lo que serán aliados para perder peso.

Muy comunes

La primera de ellas seguro que la has consumido decenas de veces y es la canela, un potentísimo endulzante y con un sabor más que peculiar. Ahora bien, hay que tener cuidado con ella porque es muy invasiva, es decir, es demasiado potente, por lo que según a qué se lo echemos y en qué cantidades todo sabrá solo a canela. Aun así es una maravilla.

La canela es uno de los grandes endulzantes sustitutivos del azúcar. Freepik

Otro clásico es la vainilla, que también tiene uno de los sabores más apreciados por la población. En polvo es como mejor puede hacer su función, aunque también se puede usar la vaina completa.

Pasando a las hierbas, el hinojo también sirve para endulzar algunos platos. Tiene un sabor además muy suave, por lo que pega muy bien. Otras opciones que puedes agregar son el anís estrellado (ojo, a veces es difícil de encontrar), pero ten en cuenta que evidentemente es anís y por tanto tiene un sabor muy peculiar e intenso que puede que no te guste.

Otras dos opciones que también puedes utilizar son la matalahúga, que está especialmente indicado para pasteles y repostería, y el comino pero en semillas, que también puede ser un poco difícil de encontrar en ocasiones.