Con el verano cambiamos las sopas calientes por los gazpachos o las ensaladas templadas por las rusas, que son mucho más frescas. En cuanto a postres los helados, los polos e incluso los flashes cogen mucho protagonismo. Y, por supuesto, también los sorbetes.

Una grandísima ventaja que tienen los sorbetes es que permiten una variedad de posibilidades que se cuenta con centenares. Y otra, muy importante, es que podemos hacerlo todo lo saludable que se quiera y eso se hará controlando la cantidad de azúcar que se echa. Y eso que, realmente, es posible que hasta lo puedas evitar para que sea un as.

Por supuesto, es muy fácil de preparar y no te llevará mucho rato. El mayor problema es la espera, ya que hay que aguardar a que se enfríe en el congelador, pero el proceso de elaboración es muy sencillo.

Y qué mejor para el verano que aprovechar el sabor y el agua que contiene una de las frutas más refrescantes como es la sandía. Sabor dulce e intenso para disfrutar.

Ingredientes

  • 750 gramos de sandía
  • Un vaso de agua
  • 80 gramos de azúcar (opcional)
  • Zumo de limón

La receta

No puede ser más fácil. Si has decidido echarle algo de azúcar para que sea más dulce (aunque también menos saludable) lo primero es elaborar el almíbar. Solo tienes que mezcar en un cazo el agua y el azúcar y, cuando hierva, esperar dos minutos. Cuando acabe sácalo para que se enfríe.

Mientras puedes ir retirando todas las pepitas de la sandía. Es un proceso tedioso pero que al final merece mucho la pena. El objetivo es triturarla, para lo que puedes emplear un tenedor, una procesadora de alimentos o una batidora a potencia mínima o media como mucho. Mezcla con un poco de zumo de limón natural al gusto y, cuando esté, mézclalo con el almíbar.

Ya solo queda ponerlo en el congelador durante unas horas e ir removiendo cada cierto tiempo. Si tiene almíbar no se quedará muy sólido y, si no, se quedará más como un helado. Y ya está, cuando quieras servirlo ponlo en una copa o vaso y a disfrutar de este postre tan veraniego.