Nos proponemos perder peso y quitarnos esos kilos de más para estar mejor de salud y sentirnos mejor con nosotros mismos, pero no recurrimos a un profesional ni nos informamos bien y acabamos fiándonos de mitos y creencias que están tan arraigadas que pensamos que son reales y que nos van a hacer adelgazar.

Sin embargo, muchos de esos hábitos que nosotros creemos que son buenos en realidad no lo son para nada y acabamos dando al traste con todo el buen trabajo del día o preguntándonos qué hemos hecho mal y por qué no vemos los resultados esperados.

Antes de nada, es necesario tener en cuenta que al final del día deben dar los números. De otra manera nunca conseguiremos adelgazar. Para ello se necesita ingerir menos calorías de las que gastamos durante el día para que el cuerpo eche mano de las grasas, pero hay pequeños hábitos que nos dificultan esta tarea:

Desayunar hidratos y procesados

Creemos que debemos darle más importancia al desayuno y optamos por los famosos cereales, barritas o zumos de caja y ese es uno de los grandes errores. Hay que evitar los azúcares que vienen en estos productos y sobre todo toda la bollería. Para ello puedes echar mano de batidos naturales, de la avena, el yogur desnatado natural o griego, el pan integral, el aguacate, los frutos rojos... Hay un montón de posibilidades, pero olvídate del zumo de naranja de caja, la tostada de pan blanco con mantequilla y el café con leche y azúcar.

Evita el azúcar y la bollería en tus desayunos.

Tomar azúcar

Ni un poco en el café ni mucho. El azúcar es nuestro gran enemigo y lo debemos eliminar de raíz y sin ningún tipo de excusa. Los alimentos naturales ya tienen su correspondiente dosis de azúcares, como por ejemplo la fruta, y no debemos incluirlo de forma artificial. Solo algunos batidos podremos endulzarlos un poco con agave, pero nada más.

Cenar solo fruta

Uno de los grandes errores y de los mitos más extendidos. La cena debe ser ligera, sin hidratos, con muchas verduras, hortalizas y vegetales y cuidando las proteínas de forma general y la fruta debe estar presente, pero no como única protagonista, porque los azúcares que contiene nos harán levantarnos con más ganas de comer y posiblemente desayunaremos más de lo que deberíamos y peor. Un consejo: echa mano de alimentos con poder saciante y tés e infusiones sin azúcar.

La fruta para cenar sí, pero no como única protagonista.

Ayunar es redistribuir, no omitir

Cada vez más personas realizan la dieta del ayuno intermitente, que como ya te contamos en un artículo consiste en ingerir alimentos solo durante una ventana de horas y no tomar más que agua, café y té sin azúcar en el resto de momentos del día. Sin embargo, eso no significa consumir menos calorías y mucho menos de forma drástica, simplemente redistribuirlas para que mientras se hace el ayuno se consuman las grasas.

Hacer cinco comidas

Quizá es lo que más te extrañe de todo. No te lo tomes al pie de la letra, simplemente adecúa tus comidas a tu ritmo de vida, porque habrá veces que podrás cumplir lo de las cinco comidas al día y otras veces no y aparte depende de tu propia salud y circunstancias físicas. A veces se puede generar ansiedad. Y si haces las cinco recuerda que deben ser ligeras y sanas.