Una de las mayores incógnitas del Mundial de fútbol de Qatar e incluso de las mayores preocupaciones que existían entre los aficionados era el tema del alcohol y, en concreto, de la cerveza, la bebida por excelencia del balompié. Al tratarse de un país musulmán, el consumo de alcohol está prohibido.

Ahora bien, un Mundial es otro rollo y la FIFA tiene sus propios patrocinadores. Uno de ellos y muy importante es Budweiser, una de las cerveceras más importantes y reconocidas a nivel mundial. Firmó un contrato por valor de 75 millones de dólares por el cual iba a enviar millones de cervezas a Qatar para hidratar a los miles y miles de aficionados de todo el mundo que sí pueden (y además quieren) beber cerveza.

Pero todo se torció poco antes de la inauguración del mayor evento futbolístico del planeta. La FIFA dio marcha atrás y ya no se vende cerveza en los aledaños de los estadios. Eso no quiere decir que no haya cerveza, ya que sí que se puede comprar, aunque con restricciones, en las 'Fan Zones' oficiales del torneo. Y a un precio de oro, por cierto, 14 dólares la pinta. Casi nada.

“Después de discusiones entre las autoridades del país anfitrión y la FIFA, se tomó la decisión de concentrar la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival, otros destinos de hinchas y lugares autorizados, eliminando los puntos de venta de cerveza en los perímetros de los estadios del Mundial 2022. No hay impacto en la venta de Bud Zero, que permanecerá disponible en todos los estadios de la Copa del Mundo”, explicaba la FIFA.

La decisión de Budweiser

¿Un problema? Una solución. Budweiser ha optado por una alternativa muy ingeniosa y que ha elevado en gran medida los niveles de popularidad.

"Nuevo día, nuevo tweet. El pais que gane se lleva las 'Buds'. ¿Quién las va a ganar?", escribía la cuenta de Twitter de la cervecera acompañado de una foto de un almacén con miles de latas apiladas una encima de otra.

Se espera que Budweiser denuncie a Qatar por haber prohibido todas las latas y haber incumplido los acuerdos de patrocinio firmados con la FIFA, con el problema económico que le ha generado.